“¿Dónde estabas? Amy dijo que estabas ayudando tras el bar” Emily preguntó, lucía confusa, como si pensara que quizás Amy estaba borracha o algo así.
“Si estaba, estaban cortos de personal,” confirmé asintiendo. “Y ahora tengo planes con un extremadamente apuesto barman en una hora.” Añadí, subiendo mis cejas.
Emily y Catherine rieron, “Eres una atrevida,” Emily me provocó jugando.
“Lo sé” dije bromeando.
Aunque no era cierto, ambas lo sabíamos. Sólo había salido con dos chicos antes y ambos habían sido novios en serios. Bueno en un tiempo fue en serio de todos modos, porque luego no resultó. Rompí con mi novio de seis meses, Nico, al comienzo del verano y desde entonces nunca tuve una cita porque no estaba interesada en nadie.
Mientras, bailábamos y les contaba cada detalle sobre Pedro, el beso, el coqueteo. Luego de un rato mi teléfono sonó, en mi pequeño bolso. Contesté nerviosa, sabiendo que debía ser él porque era un número desconocido.
“Hey, Paula, ahora terminé. ¿Aún quieres salir a comer algo?” preguntó.
“Si, está bien” asentí, tragando mi excitación nerviosa.
“Nos encontramos en la entrada entonces”
“Bueno” me volví hacia mis amigas.
Amy estaba prácticamente brincando de alegría, estaba pensando, probablemente, en todos los chismes de los que se enteraría al día siguiente.
“Bueno chicas, si salgo asesinada, entonces díganle a mis padres que los amo, y ustedes pueden pelearse mi iPod” bromeé.
Amy me abrazó “Asegúrate de hacerle saber que nosotras sabemos que estás con él, así él no intentará nada. Dile que sabemos que él es la última persona con quien estuviste, y les diremos a los policías si te asesina. Prométeme que se lo dirás” dijo ella, mirándome seria.
Oh! Quizás esta no es una idea brillante después de todo.
“Mmm Amy no digas esas cosas que me asustas”.
Quizás debiera llamarlo y decirle que cambié de idea o algo…
Ella balbuceó bebida “Solo anda. Tu dijiste que él estaba ardiente. Todo lo que vi fue su trasero y estaba apetitoso” me ordenó, con un suave empujón en dirección a la puerta. “Llama o escríbeme un mensaje cuando llegues a casa para saber que llegaste bien. ¡Y dile a él lo que te dije!” me ordenó, sonando un poco como mamá aún cuando estaba ebria.
“Lo haré, y ustedes chicas manténgase a salvo también” Les lancé a todas besos al aire mientras caminaba hacia la salida.
Él estaba de pie ahí apoyándose contra la muralla casualmente; se veía tan apuesto que hizo que mi corazón se acelerara.
“Oye, ¿tienes una chaqueta?” preguntó indicando hacia la recepción.
Negué con la cabeza como respuesta. “Vinimos en un taxi hasta acá, así es que ni siquiera pensé en una chaqueta más temprano’’, quizás debiera haberlo hecho, era casi media noche ahora y se veía ventoso afuera.
“Toma puedes usar mi abrigo” me ofreció, poniendo un chaleco con gorro azul en mis manos.
“Pero entonces tú tendrás frío” protesté, sacudiendo mi cabeza y devolviéndoselo a él. Lo sacó de mis manos y giró sus ojos quitándole importancia. De pronto lo empujó sobre mi cabeza. Olía sorprendente, justo como él. Sonreí y metí mis brazos por las mangas. Él se rió.
“Es un poco grande, quizás crezcas en él” bromeó. Yo puse las mangas hacia arriba y él indicó hacia la puerta señalando que nos fuéramos.
Tomé su mano, deteniéndolo. “Espera, mis amigas me hicieron prometerles que te diría algo” balbuceé, levemente avergonzada.
Me miró con curiosidad, esperando que hablara.
“Ellas saben que estoy contigo, y si me asesinas ellas le dirán a la policía que fuiste el último en verme con vida” solté apurada, sonrojándome por lo estúpida que sonaba.
Maldición Amy, acabo de quedar como idiota.
Explotó en risas y me empujó hacia la puerta nuevamente. “Haré mi mejor esfuerzo para no matarte entonces. No me gustaría tener problemas con la policía.” Replicó con una mueca de horror. Sonreí tontamente, mordiendo mi mejilla.
Me condujo hasta su coche plateado ; no tenía idea sobre autos así es que no sabía de qué tipo era. Apretó sus llaves, abriendo el auto. Tan pronto como el mecanismo de la puerta sonó, la abrió para mí. Miré y me reí había basura por todos lados, todo el piso y por todos los asientos. Periódicos, envolturas de dulces, latas de soda vacías regadas alrededor sin cuidado.
“O mierda, eeh, debí haber limpiado el auto y luego llamarte, Ups¡” murmuró, luciendo como un cordero mientras juntaba todos los restos y los tiraba al asiento trasero.
“Gracias” sonreí con autosuficiencia mientras subía.
Lo observé caminar alrededor del auto, notando los músculos de sus brazos y cómo el viento soplaba a través de su camiseta contra su pecho demostrando lo plano que era. Apuesto que se vería increíble sin camisa.
Se subió interrumpiendo mi mirada coqueta. “Entonces ¿qué quieres para comer?” preguntó encendiendo el auto.
“No me importa. Lo que tú quieras. Como de todo” murmuré, despreocupada.
“¿Pizza?” sugirió. Subí un hombro y asentí. Estaba deseando eso secretamente.
Sonrió y condujo por el camino, estacionando delante de un pequeño lugar de pizza que servían toda la noche, no muy lejos. Me bajé del automóvil y caminé a su lado. Mientras él pasaba un grupo de chicos que estaban sentados ahí, riendo muy fuerte y genuinamente rudos, él me tiró, de alguna manera más cerca de él. Demonios él es dulce.
“¿Alguna preferencia?” preguntó mientras mirábamos el menú sobre el mostrador.
“Cualquier cosa sin anchoas, soy alérgica.”
“¿Pepperoni?” sugirió, frotando mi espalda suavemente, haciéndome temblar.
Asentí mordiendo mi labio, tratando de no demostrarle que su toque casual me afectaba.
Ordenó la comida y trajo dos latas de coca-cola. Había una pequeña mesa plástica y sillas de un lado, así es que nos sentamos para esperar. Miré hacia él y pude ver sus ojos como corresponde por primera vez. Eran hermosos. Un color miel luminoso, eran cautivantes y no pude alejar mi mirada. Todo mi cuerpo comenzó a vibrar. No podía quedarme quieta. Él sonrió muy seguro de sí mismo y miró hacia abajo, a su bebida, liberándome de su intensa mirada y sus hermosos ojos. Liberé un suspiro de alivio.
"Entonces ¿has hecho antes el trabajo de un bar?, parecías saber lo que estaba haciendo" preguntó, apoyándose en la mesa.
"Mi tío tiene un bar, he estado detrás del mostrador algunas veces, pero nunca había servido realmente hasta esta noche." Levante un hombro restándole importancia.
"Eres una barman decente, a los clientes les gustaste. O, por cierto tomé tus propinas." Metió la mano en su bolsillo, sacando un puñado de monedas y ofreciéndomelo.
"No la quiero, tú quédatela, es tu trabajo no el mío" me rehusé, sacudiendo mi cabeza.
"Paula te lo ganaste, tú te quedas con tu propina. Hiciste como $52 en menos de una hora, imagínate cuánto ganarías trabajando toda la noche" levantó sus cejas, luciendo impresionado.
"Si, quizás deberías encontrarme un trabajo ahí entonces" hice una broma.
"Puedo hablar por ti si vas con esto en serio" se ofreció, poniendo su cabeza hacia un lado para que su pelo se corriera de sus ojos.
Me reí sacudí mi cabeza. "No creo que podría soportar eso todo los fines de semana. Debe volverse aburrido ¿o me equivoco?" Pregunté curiosa.
Fue divertido esta noche pero hacer eso todo el tiempo se volvería un poco tedioso, mirar a todos alrededor tuyo emborracharse mientras estás trabajando se vuelve molesto después de un tiempo.
"Si tener chicas tirándose hacia ti todo el tiempo definitivamente se vuelve irritante después de unos días" dijo riéndose. O si, lo capto, es un jugador y usa el bar para conocer chicas. Buena Paula, justo te has convertido en su revolcón rápido de la noche.
"Si, puedo imaginar cómo será" murmuré sarcásticamente.
Estaba enojada conmigo misma por siquiera haber pensado algo distinto. Que diablos vería un chico como él en mí de todos modos? Por qué cosa de todo el mundo acepte esto? Él piensa que soy una de esas chicas que busca un revolcón para la noche. Genial, sólo genial.
"Si, tú sólo pasaste una hora con todo lo chicos babeando por ti, imagina eso cada fin de semana por el último año" declaró, levantando su nariz. Un momento, ¿él estaba siendo serio cuando dijo que se volvía irritante? Mierda! Ahora estoy confundida.
Por suerte la pizza llegó e interrumpió nuestra conversación. "Estamos cerrando chicos," Dijo el hombre, dejando caer la caja en la mesa.
"Oh, pensé que podíamos comer aquí" Pedro replicó, mirándolo confundido.
"Generalmente sí, pero necesito llegar a casa temprano. Hay un letrero en la puerta" el hombre indicó hacia el trozo de papel dentro de la puerta.
"Oh! Bueno entonces, gracias" Pedro se levantó y agarró la caja volviéndose hacia mi "lo siento, pensé que podíamos comer adentro. Si quieres podemos comer en mi casa, está justo a la vuelta" sugirió mientras caminaba hacia la puerta.
"¿Está más limpia que tu auto?" Me reí de él.
El desarrolló y sacudió su cabeza con mirada de carnero. "No realmente"
"Ok, bueno supongo que tendré que soportarlo para comer mi pizza" hice rodar mis ojos juguetonamente.
El sonrío y abrió la puerta de acompañante para mí, esperando que estuviera arreglada dentro antes de poner la caja en mi falda.
Nos condujo por el camino por unos minutos antes de estacionar fuera de un edificio de departamentos. Tomó la caja de mi regazo y salió fuera del auto, mientras yo lo seguía al segundo piso, deteniéndose fuera de su puerta. El tomó sus llaves torpemente mientras yo me sacaba mis zapatos. Mis pies me estaban matando, llevando tacones altos toda la noche, sin duda tendría ampollas. Dejó que la puerta se abriera y me miró disculpándose. Entre y me detuve, mi boca cayó abierta en shock. Su sitio era un basurero. Había cajas de comida vacías y latas de soda por todos lados. Platos sucios esparcidos por el lugar, y piezas de ropa en el suelo. Wow, es un flojo!
"¿Oh mierda, te han robado?" bromeé, tratando de no reír.
"Jaja," replicó mientras caminaba al lado mío, tomando mi mano y tirándome hacia dentro.
Miré hacia el sofá; estaba repleto de revistas y ropa, un tazón medio lleno de lo que podría haber sido café de hace una semana aún estaba ahí.
Estallé en risas. "Pedro, este sitio es asqueroso! Quizá sólo debíamos habernos sentado en el suelo en la calle, habría sido más saludable."
"Deja de quejarte y acéptalo" declaró, tomando el tazón del asiento y barriendo todo el resto se suelo, me hizo reír más fuerte. Wow, su idea de asear era una gran decepción. "Siéntate y come" ordenó.
Me senté en el sofá, que era sorprendentemente confortable. Puso la caja en mi regazo y caminó hacia otra habitación; saqué un trozo de pizza y comencé a mordisquearlo. Me di cuenta que mis pies estaban sobre un montón de sus papeles, entonces los tomé y los metí debajo mío.
Volvió minuto después con dos latas de Pepsi. "No tenía nada más, te ofrecería jugo pero tendría que beber directo de la caja porque no tengo vasos limpios" dijo luciendo como un carnero.
"Es asqueroso. Apuesto a que el dormitorio está peor" le solté, sacudiendo mi cabeza riendo.
"¿Quieres ir a mirarlo?" Preguntó, levantando una ceja y mirándome increíblemente sexy. La comida quedó atorada a mitad de la garganta, ahogándome. O Dios, ¿él piensa que estoy aquí para tener sexo con él? Se rió y me palmeó la espalda, alcanzándome la lata de soda. "Estaba bromeando… bueno, quizás estaba bromeando" se burló mirándome muy seguro de sí mismo.
"Si tú piensas que siquiera voy a acercarme a la cama en tu casa, estás muy equivocado. ¿Cuándo fue la última vez que cambiaste tus sábanas?" Bromeé.
"¿Se tienen que cambiar las sábanas?" Preguntó luciendo consternado.
Oh mi Dios,¿Lo dice en serio? Lo miré asqueada y consternada. Estalló en risas.
"Oh Paula, eres demasiado divertida” Sacudió su cabeza, riendo tan fuerte que tenía lágrimas en los ojos. Yo reí también, pero mi risa era más de alivio. No puedo creer que yo realmente pensé que hablaba en serio. Demonios soy tan crédula.
“Entonces, dime algo más sobre ti” me alentó, tomando su quinto pedazo de pizza.
"¿Mmm, como qué?”
"Tienes hermanos o hermanas, tienes algún hobby, donde trabajas. Ese tipo de cosas" respondió levantando sus hombros.
"Ok, bueno, no trabajo voy al colegio. Realmente no tengo ningún hobby, me gusta nadar y leer y soy hija única. ¿Qué sobre ti?" Contesté, observando su reacción a mis respuestas.
El sonrió y me sentí relajada. Obviamente no estaba molesto por el hecho de que yo aún estaba en el colegio, por lo que él sabía que era menor de 18.
"Bueno tú sabes donde trabajo, me gusta jugar pool, y tengo una hermana mayor y un hermano menor."
"¿Si, de qué edades?" Pregunté, terminando mi bebida y mirando alrededor por un basurero o algo donde poner la lata.
Arrugó su nariz y tomó la lata por mí, poniéndola en el suelo. Rodé mis ojos.
"Mi hermano, Jaxon, tiene 19 y mi hermana, Lu, tiene 25. Mmm oye, esto podría ser más lejos y tú puedes decir que no si quieres…" arrastró las palabras luciendo avergonzado. Lo miré con curiosidad esperando a que continuara. "Bueno…eh… mi hermana se casa mañana. Estaba pensando… me preguntaba si quisieras venir conmigo" preguntó mirando esperanzado.
Santa mierda! El quiere que vaya en una cita a una boda familiar? Eso un poco extraño!
"Mmm…" murmuré mordiendo mi labio, pensando; por un lado quisiera pasar más tiempo con él. Parecía muy dulce, pero, por otro lado que pasaba si me sentía incómoda? No podía exactamente irme si me aburría. Era una boda lo que significaba una comida la fiesta después, probablemente era algo de todo el día.
Sonrió incómodo. "Tienes que pensar sobre eso. La boda es a las 2:00 en punto mañana, si quieres venir me puedes llamar. Digo, es solo pensamiento, les dije que iría sólo porque no tengo una novia, entonces el puesto de mi acompañante quedaría vacío. Mi hermana dijo algo sobre acomodarme con alguna de sus amigas solteras para el evento" hizo una mueca lo que me hizo reír.
"Cierto, y tú lo quieres eso porque tiene suficiente con chicas flirteando en tu trabajo" lo moleste.
"¡Exactamente! Wow, tú si escuchas. Quizás te juzgué equivocadamente" dijo en voz alta sonriendo.
"¿Si, Pensaste que era una cabeza hueca a quien poner en tu cama sucia?" Pregunté, sacándole la lengua.
No dijo nada, sólo se inclinó suavemente. En el momento estaba muy consternada para hacer algo al respecto.
Se retiró antes que me recuperara "no pensé que fueras una cabeza hueca"
"Pero si pensaste que me pondría en tu cama sucia" respondí sarcásticamente.
Se rió travieso. "Vamos, te llevaré a casa si ya terminaste de insultar mi lugar" sugirió, poniéndose de pie y extendiendo una mano para ayudarme. Me levanté y sostuve la caja de pizza entregándosela, él se rió y la tiró en el sofá, sacudiendo su mano restándole importancia. "La tiraré luego".
"Realmente eres monstruoso."
Hace una pequeña reverencia como si fuera un cumplido y tomó mis zapatos del suelo. "Vamos entonces, linda, vamos a llevarte a casa" dijo dirigiéndose hacia la puerta. Puso mis zapatos abajo y esperó a que deslizara mis pies en ellos.
Charlamos fácilmente y condujo hacia mi casa; era sorprendentemente fácil conversar con él. Cuando estacionamos fuera de mi casa, saltó fuera del auto y lo rodeó para llegar a mi lado, abriendo la puerta justo cuando lo iba a ser yo, entonces me empuje hacia el aire fresco, casi cayendo del auto. El rio pero me detuve inmediatamente cuando lo miré.
"Lo siento" murmuró, tratando de detener su risa. Golpeé con mi mano su pecho mientras salía del auto; era tan duro que inmediatamente comencé a tener pensamientos de intenso deseo. Me sonrojé y miré hacia otro lado, el lucía como si supiera lo que yo estaba pensando. Me siguió y caminamos hacia la puerta.
"Entonces, bueno, tienes mi número de cuando yo te llamé, si quieres venir mañana llámame. Lo más tarde que podrás responder es la 1:30 supongo, entonces sí…" arrastró las palabras pareciendo incómodo.
Dios, es realmente dulce. Agarré el delantero de su camiseta y lo tiré más cerca mío, levantándome en puntas de pie y apretando mis labios contra los suyos. Él no estaba consternado como yo cuando él me besó. Eso devuelto inmediatamente, una mano comenzó a subir por el costado de mi cuello. El se retiró y yo quedé un poco atontada. El beso fue tan suave y dulce que hizo retorcer mis entrañas. Él lamió sus labios suavemente, sus ojos mirando directamente a los míos, el hermoso tono miel de sus ojos me hizo sentir mareada.
"Mejor me voy. Gracias de nuevo por ayudarme esta noche" dijo, dejándome y girándose para partir.
Mientras lo miraba caminar hacia su auto, me di cuenta que no quería dejarlo ir. Definitivamente lo quería ver de nuevo, besarlo en nuevo y tener sus brazos alrededor mío.
"¿Pedro?" Lo llamé, haciéndolo detener a mitad del camino. "Recógeme entonces a la 1:30."
Sonrió abiertamente "genial, ok, te veré mañana Paula" lucía tan feliz que hizo mi corazón latir más rápido.
Entre silenciosamente a la casa y subir por las escaleras. Una vez que estaba en la soledad de mi cuarto me lancé sobre la cama y deje salir un pequeño suspiro. Le envié un mensaje a Amy diciéndole que estaba en casa a salvo. Entonces me puse de pie y tomé el pijama. Me saqué su chaleco y lo miré con los ojos bien abiertos, porque había olvidado devolvérselo. Sólo tendría que dárselo mañana. Sonreí con el pensamiento de verlo de nuevo, apenas podía esperar. Me puse mi pijama y me deslice en la cama, no podía sacar de mi rostro la sonrisa de felicidad mientras me quedaba dormida.
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Hola! Acá el capitulo dos! espero que les guste...
como hoy es sabado (que tenía que ver jaja) puede haber otro capitulo solo si comentan....
bueno... si comentan más de 5 personas en el blog a la noche subo uno más... queda todo en ustedes!!
Gracias Por leer! ♥
me encnatannnn!!
ResponderEliminarMe encanto el cap!! Subii mas x fa!!
ResponderEliminarAy si! Quiero mas! Esta muy buena la novela.
ResponderEliminarBesos
Muy bueno!!! Quiero otro cap!!Comenten che!!!
ResponderEliminar@jesica_tkd
Muy bueno!!! Quiero otro cap!!Comenten che!!!
ResponderEliminar@jesica_tkd
me encanta.. subi mas!!!
ResponderEliminarPinta muy buena!!! Subí más!!!
ResponderEliminarSophia.
Pinta muy buena!!! Subí más!!!
ResponderEliminarSophia.
buenísimo,subí más!!!
ResponderEliminarGenial y re divertido!!!!
ResponderEliminarEsta Buenisima la Nove!!!!!!!!!!
ResponderEliminarMe encanta la nove...
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