martes, 24 de septiembre de 2013

Capitulo 4




“Entonces donde te vas a ir ahora?” - Amy me preguntó mientras estaba tendida sobre mi cama mientras yo miraba dentro del armario.

“No tengo ni la menor idea, él no me lo dijo.”-La miré sobre mi hombro a ella, disparando una mirada esperanzada. Amy y yo estábamos tratando de elegir algo para mí para ponérmelo durante la última hora, y ya estaba más y más estresada con cada minuto que pasaba.

“Bueno, primera cita una boda, segunda cita podrá ser la opera?” - ella se ofreció riéndose.

“No me estás ayudando para nada! Amy, en serio, si vas a sentarte ahí haciéndome comentarios estúpidos entonces cual es el punto de que vos hayas venido a ayudarme?” -Yo tomé un par de medias y se las tiré.

Ella las atrapó y me las volvió a tirar a mí.

“Basta de stress, es solamente un chico.” – ella replicó, dando vuelta los ojos.

Yo la mire y cerré mis ojos. Ella tenía razón. Yo tenía que meterme a trabajar en otra cosa. Seguro, él parecía amable, y mierda y él es un potro, pero yo actualmente no conozco nada acerca de él. Tomé un respiro profundo y caí de espaldas sobre la cama.

“Tienes razón, voy a ponerme los pantalones negros y la remera roja.”

Ya lo había decidido, estaba harta de tanto pensar acerca de eso. Yo casi apenas había dormido algo la otra noche porque estaba tan excitada con la cita y cada segundo del día lo ocupó ese pensamiento. Todavía tenía aún una hora y media para esperar hasta que él me recogiera.

Amy asintió. “Buena idea. Ponte la camisa con el primer botón de abajo abierto entonces él podrá echar un vistazo al ombligo y al piercing,”- ella instruyó, guiñándome los ojos.- “tú sabes que un chico no puede resistirse a eso.”

Yo asentí y me dirigí a la ducha. Cuando salí, Amy me ayudó con mi pelo, enderezándolo todo. Una vez vestida, la miré y ella hizo un leve giro, yo esperando su aprobación.

“Qué piensas?” – le pregunté, mordiéndome el labio.

“Mmm,” ella replicó, entrecerrando sus ojos hacia mi juguetonamente.-“Espera, otro botón de abajo.”

Ella se inclinó, desabrochó otro botón más abajo y solamente me quede con 2 botones abrochados, solamente cubriendo mis pechos.

Yo me burlé y golpeé las manos lejos. “Amy, seriamente, yo no quiero darle a él una impresión equivocada. El probablemente ya piense que yo me lo voy a sacar esta noche, yo no quiero mostrárselas en su cara.’’ - protesté, abrochándome los botones.

Ella suspiró. “De acuerdo, pero no sé por qué no quieres dormir con él esta noche, hasta que te pierdas y le pongas una sonrisa en su cara.” – El timbre sonó antes de que yo pudiera responder. La miré nerviosa, mi corazón latía en mi cuerpo. Ella me mostró mi cartera y colocó mi chaqueta negra en mis manos.

“Anda, diviértete y no hagas nada de lo que yo no haría,” me guiña un ojo.

“¿Hay algo que tu no harías?”- Yo bromeé.

“No”- ella replicó, riéndose y mirando hacia mi ventana. “yo voy estar mirando desde la ventana. Él no puede ser tan hot como dices que él es.’’

Ella sacudió su cabeza. Yo sonreí, sabiendo que ella no iba a verlo a él en ese momento, él estaba debajo del porche, esperando en la puerta principal.

“De acuerdo, cierra la puerta cuando te vayas, ok?” - le decía mientras saltaba los escalones y llegaba la puerta principal. Mis padres habían salido esta noche y yo estaba secretamente agradecida. Yo ya había conocido a los padres de él pero definitivamente no estaba preparada para toda la presentación de él hacia mis padres. Mi padre es embarazosamente protector cuando es acerca de muchachos, y el también no es muy tímido al hablar de castración para tomar ventaja o lastimarme. Esto usualmente ocurre mientras yo estoy parada también, lo cual es indudablemente horrible para todas las partes envueltas.

Abrí la puerta y ahí estaba él parado mirándolo estaba sexy con sus jeans y su camisa blanca y una camisa azul encima. Él lo llevaba desabrochado entonces uno podía ver a través de la camisa abierta su cuerpo bronceado. Yo apenas casi podía respirar; estaba tan excitada que tenía que mover un pie a la vez, no sabiendo que decir.

“Wow luces increíble.” -él me dio un cumplido, mirándome toda muy despacio-“ traje esto para ti.”- El me tendió un ramo de flores multicolores.

Flores? Esta era la mejor cita que haya tenido.

“Gracias, Pedro, eres increíblemente dulce, no deberías haberlo hecho”- Tomé el ramo que me tendía él, las olí y le sonreí gratamente.

“No sabía cuál era tu flor favorita o tu color favorito entonces fui por un ramo de cada una.” - lo admitió sonriendo.

Aww, podría ser mas dulce?
“Gracias. Déjame colocarlas en agua y luego estaré lista.”

Abría la puerta un poco más, haciendo que él pasara. Lo guié hasta la cocina y coloqué las flores en un jarro de vidrio, y lo rellené con agua. Las arreglaré apropiadamente cuando llegué más tarde a casa.

pedro estaba apoyado en la mesa, mirándome.

“Entonces a dónde vamos.?”

“Bueno, yo había pensado que podríamos ir a cenar, y que tal vez si tú estás lista, podríamos ir y hacer la cosa más favorita del mundo.” él replicó, sonriéndome.

Yo grité y le dije: “ No voy a tener sexo contigo después de cenar!”

Él sonrió y acercándose a mí, colocó sus manos a ambos lado de mi cuerpo, apoyándose y apretándome con su cuerpo al mío. Mi aliento quedó atrapado en mi garganta cuando él avanzó su cara más cerca a la mía. Podía oler su loción para después del afeitado. Era picante, su fragancia masculina embargó mis pulmones y me dejaron casi inconsciente. Mi cuerpo entero temblaba de emoción, esperando que él me besara. Cerré mis ojos cuando su boca casi apenas rozó la mía.

Su aliento mentolado sopló a través de mis labios. El tiempo parecía haberse detenido mientras esperaba y esperaba que sus labios conectaran con los míos.
Finalmente sus labios rozaron los míos, tan suavemente que apenas pude sentirlo.

"Realmente tienes una mente sucia, Paula, ahora sé por qué piensas al instante sobre el sexo?"- susurró, alejándose rápidamente y sacudiendo mi nariz.
Mis ojos se quedaron trabados y abiertos cuando él dio un paso atrás riendo malvadamente. ‘‘Apuesto que incluso has soñado con eso me anoche, ¿o no?’’-me preguntó.

En realidad, sí, pero no iba admitirlo ante él, hice un ruido con mi nariz y sacudí mi cabeza.

“Quieres o no salir conmigo esta noche?’’

“En este preciso momento estoy considerando un cambio de planes.’’-le dije y levanté una ceja, deseando que él cambiara el tema antes que descifrara que él le había dado en el clavo con su línea de preguntas.

“Tratando de evadir la pregunta, Paula” - él lo dijo para molestarme. “Y si yo quiero ir a comer contigo esta noche. Ahora que sabes lo pervertido que soy, estoy ansioso por ver qué ocurre el resto de la noche.” el agregó, guiñándome los ojos.

Dí un grito ahogado y él se rió.

“Te lo voy a decir ahora no soy del tipo de chica que pasa a segunda cita.”

“Qué coincidencia, yo tampoco soy esa clase de chica.’’ Él sonrió y sus ojos brillaban de humor. Me reí y puse lo ojos en blanco. “De cualquier manera, vamos, pervertida antes que den a otros nuestra mesa.’’ él lo sugirió, tendiéndome la mano para que yo la tomara.

Lo despedí con la mano y le sonreí a él y le dije: “Vas a tener que volver a tus libros antes de que tengamos otra vez algún contacto físico.’’

“Castigándome por hacerte una broma…”

El me siguió detrás y esperó mientras yo cerraba con llave la puerta. Caminamos hacia su auto en silencio. Le lance una mirada a él solamente para ver si él realmente me estaba mirando. Cuando nuestros ojos se encontraron, él me sonrió con una hermosa sonrisa, haciéndome que el corazón se me acelerara. Cuando nos acercamos al auto, él abrió la puerta para mí.

“Mi señora.” lo dijo en un acento inglés falso, haciéndome una reverencia.

Sonreí y me reí cuando subimos al auto.
Mientras él caminaba hacia el otro lado de la puerta del conductor, yo saludé a Amy, quién estaba en la ventana de mi habitación mirándonos. Ella no nos despidió en respuesta asi que asumí que ella no nos vio muy bien en la oscura noche.

Pedro subió al auto y se ajustó el cinturón de seguridad. Y me preguntó: “¿Te gusta la comida mexicana? Si no podemos ir a otro lugar.”- encendió el auto y me miró preocupado.

“¿Seriamente? Me encanta la comida mexicana.” – exclamé.

Yo estaba ahora más excitada que nunca. Lo mexicano es mi favorito. Fuimos al restaurante que él eligió. Era un lugar rustico y extremadamente tierno. Había otra pareja en el lugar.

“Este es mi restaurante favorito.” - él me decía mientras mirábamos los menús.

“¿Si? Entonces qué es lo bueno de aquí?”- le pregunté mirando el menú. Se me estaba haciendo agua la boca con solo pensar en las enchiladas y las tortillas de papas fritas con crema.

“Todo está buenísimo, entonces ordena lo que tú quieras.” -él me respondió sonriéndome y colocando el menú hacia abajo y mirándome a los ojos.

“Qué es lo que vas a ordenar?” le pregunté unos minutos más tarde, aún indecisa.

“Quesadillas de queso y tomate para empezar y luego fajitas de pollo”- él me respondió sonriéndome alegremente.

Finalmente, el camarero vino hacia nosotros para tomar la orden.

Él era bastante joven y coqueteaba descaradamente conmigo durante el tiempo que estuvo de pie. A un punto que pedro tuvo que aclarar su garganta dramáticamente para desviar la atención del mozo que tenía sobre mis pechos. El chico eventualmente se escabulló. Yo me reí malvadamente.

“Era realmente necesario eso?”- Pedro preguntó sonriendo.

“Era eso necesario?”- le pregunté, pretendiendo estar confundida.

Él suspiró y sacudió su cabeza. “Puedo ver que eres un puñado y tengo que hacer todo el trabajo y ponerte en la bolsa, no? Balanceándose en su silla entrecerrando los ojos al mirarme.

“Ponerme en una bolsa a mí? Es algún término que no escuché nunca? - Le pregunté confundida. Él se rió y sacudió su cabeza.

“Significa que me lo harás lo bastante difícil para ganarte y que te enamores de mí” él me explicó sonriéndome.

Le sonreí, tomándome un trago de mi gaseosa. “Bueno si vale la pena tener algo, vale la pena trabajar para ello.”

“Me gustan los desafíos. Una vez que veo algo que me gusta, no renuncio hasta que lo tengo.” él me advirtió.

Me incline hacia delante, mirándolo curiosamente.

“No eres el tipo que da un golpe y luego lo deja como yo lo pensaba?”

“Quieres que te conteste honestamente?”- él me preguntó, levanto una ceja. Yo asentí con la cabeza. Genuinamente yo quería saber si él era un jugador o no, porque algunas veces pensé que él definitivamente lo era, y otras veces él parecía realmente dulce y genuino.

“Yo nunca estuve en serio con una novia, y si, he jugado en el campo un poco. Solamente con alguien que yo quería que fuera exclusivamente mío.” -El parecía estar mirando y esperando mi reacción mientras hablaba.

Estaba realmente un poco sorprendida por su respuesta. Yo nunca había esperado de él que admitiera enfrente de mí. Él debía saber seguramente que lo que acaba de decir era realmente a él.

Todos los pensamientos se fueron enteramente en mi mente. Realmente y ciertamente quería que funcionara entre nosotros.

Él se inclinó y ladeó la cabeza hacia un lado, obviamente esperando mi reacción.
Yo no sabía cómo reaccionar. Si, él había admitido que él era un mujeriego, pero, por otra parte, él también me había dicho la verdad sabiendo la mala reacción que yo iba a tener? Entonces que es lo que él quería decir exactamente? Maldito, este chico me estaba confundiendo!

“Bueno adivino que veremos cuán duro deseas trabajar ahora,” -le dijo sonriendo. El parecía estar relajado un poco, tal vez él estaba esperando que yo le exigiera que me llevara a casa o algo por el estilo. -“además, estoy interesada en ver cuál es la cosa favorita que deseas hacer, si no son mujeres.” agregué, sonriéndole.

Él sonrió. “Oh, te gustará, sino luego podemos ir a ver una película o algo.”

Agradecidamente la comida llegó lo cual nos dio algo más de que hablar. Hablamos y coqueteamos durante la cena. Hablamos acerca de cine, música, y al azar de las cosas que nos gustaba o no nos gustaba. Disfrute increíblemente el tiempo con él. Además de la comida que fue increíble; yo no dudaba en que volvería a ese lugar otra vez.

Cuando terminamos de cenar, me guió hasta el auto, saliendo del estacionamiento con una gran sonrisa en el rostro. Él obviamente estaba emocionado acerca de lo que iba a ocurrir a continuación. Cuando el auto se detuvo, lo busqué con la mirada y asombrada le pregunté: “¿Una pista de esquí cubierta en un edificio?’’-pensé mientras lo miraba nerviosa, estaba más que intimidada al ver la altura del edificio y era solo el exterior.

Él sonrió y salió del auto, caminó hacia el otro lado abriéndome la puerta antes de que yo me dirigiera hacia el final del coche. El sacó un grueso saco y me lo dio diciéndome: “Puede hace mucho frío aquí.”- mirando el edificio. Lo tomé y me lo puse, tragando con fuerza. Iba romperme mis piernas y podía verlo suceder. Una plegaria de agradecimiento hacia Amy por sugerirme de que yo llevara zapatos planos esta noche en caso que tuviéramos que caminar por algún lugar.

Lo mire mientras él se colocaba su abrigo y me daba la mano. Lo miré sonriéndole.

“Oh no, todavía no terminaste de tomarme el pelo”-rechacé su mano y me crucé de brazos. Él se rió y colocó sus manos empujándome hacia el edificio. Mis nervios se incrementaron más cuando íbamos subiendo cada escalón.

Hacia un lado nos dejaron pasar por detrás de la caja registradora.

“Hey,Mac, nosotros vamos a esta aquí un rato.” lo dijo mientras me conducía hacia la puerta de ingreso solamente del personal.

Lo mire a él algo confusa “¿Trabajas aquí?” le pregunté, mirando alrededor nerviosa. Ninguna persona apreció para gritarnos a nosotros y sacarnos del área del personal por lo cual él trabaja allí.

El asintió. “Si, doy clases.”

Clases? “¿De verdad? De Qué tipo?” le pregunté mientras caminábamos hacia una enorme área de snowboards.

Él se encogió de hombros. -“Skiing, snowboarding, y también superviso las clases de tubo,la cual vamos hacer esta noche.”- dijo moviendo sus cejas hacia mí.

“Ok, ¿que diablos es tubo? Suena a algo doloroso.’’ -Él me sonrió obviamente por mi cara de preocupación.

“No te preocupes, chica, yo cuidaré de ti.” - moviendo la nariz. El dio la vuelta y caminó hacia una enorme pila de anillos de goma.

“Oh hombre, de verdad?” - me volví hacia la pila. Él se rió y tomo 2 anillos de goma, hacia otra puerta. Abría la puerta y caminé a través de ella, el frío inmediatamente atacó mi sistema haciendo que mi respiración fuera más fuerte y haciendo que mis codos se colocaran al costado de mi cuerpo, hundiendo mis hombros. Le agradecí a él con mis ojos en silencio cuando me dio el abrigo.

Asintió desde el rincón entonces caminé hacia esa dirección. Cuando doble hacia la esquina, me detuve otra vez, abriendo mi boca como si estuviera a punto de estallar. Había una enorme montaña de nieve, gente esquiando, haciendo snowboarding en bajada. Había como un ventilador de nieve que tiraba nieve desde arriba haciendo que nevera. Realmente era hermosa la sensación.

“Mierda, no sabía ni siquiera que existía este lugar aquí!” Grité excitadísima. “es nieve de verdad?”- Inmediatamente me agaché, tome un puñado de nieve, esperando que fuera nieve plástica que utilizan en las películas. Eso era lo que había pensado, pero era nieve de verdad. Nieve que instantáneamente hizo que se enfriaran mis dedos.

Reí he hice una bola lanzándosela a su espalda mientras camina hacia mí.

“Eh paula, no tires bolas de nieve, o tendré que pedirte que te vayas.” regañándome y señalándome un cartel que estaba en la pared. Era un letrero que decía las cosas que estaba prohibidas hacer. En la primera línea decía justamente no tirar bolas de nieve. No hacer ángeles.

“Oh hombre, no me digas que nunca hiciste un ángel?”.

El negó con la cabeza: “Reglas de la casa,vamos.”- Sonrió y subimos por una escalera mecánica que nos llevaba a la cima de la montaña. Salté detrás de él, con nieve en mis manos, estaba resistiéndome a la urgente necesidad de tirársela por atrás.


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Holaa! Aquí el capitulo cuatro!! Espero que les guste!!

Gracias Por leer!! ♥



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