miércoles, 30 de octubre de 2013

Capitulo 41




Gemí contra sus labios y puse mis manos sobre su pecho tratando de empujarlo fuera de mí. El me giró entonces rápidamente porque estaba de espaldas a los maestros, sus labios besaron los míos, y yo abrí la boca para gritar, pero él habló primero.

"Shh, estoy salvándote el culo!" -susurró, besándome otra vez antes de que pudiera responder.

Él me llevó más cerca de él y yo no tenía ni idea.¿Qué demonios estaba él haciendo. Jaxon me inmovilizó contra su pecho mientras seguía besándome con fuerza. Yo negué con la cabeza un poco, y él retiró el beso, sus ojos aún juguetones, con una sonrisa en los labios.

"Oh, así que esto es lo que ve en ti", reflexionó.

Le pisé el pie, que sólo lo hizo reír. Por fin me dejó ir y justo cuando estaba a punto de gritarle a él y darle un puñetazo en el brazo, se volvió hacia los dos maestros que estaban ahora a unos pocos metros por delante de nosotros. Oh, bien,  encima , ahora me van a poner una detención en la escuela!.

Jaxon les sonrió y deslizó su brazo alrededor de mi hombro.

"Oops! lo siento. lo siento. Usted no le va a dar a mi novia una detención, ¿verdad?" -preguntó él, tirándole una adorable cara a los profesores.

¿Novia?. ¿Qué diablos le está pasando a este guisante en su cerebro?

Sr. Young frunció el ceño. "No deberías estar aquí, Paula. Le sugiero que deje ese tipo de cosas para un lugar menos público".

Tragué saliva y asentí. Yo estaba por matar a Jaxon por esto, pero eso no era nada comparado con lo cabreado que iba a estar Pedro con su hermano que me había besado. Me sentí un poco tonta, con sonrisa satisfecha en mis labios cuando pensaba en eso.

"Lo siento" - murmuré débilmente.

Jaxon sonrió y dio un paso hacia adelante.
"Puedo entender que usted es el maestro en la escuela de mi novia?" -le preguntó él sonriendo amablemente.

Sr. Young asintió. "Lo soy"

Jaxon le hizo una sonrisa más pronunciada, y me sentí aún más confundida. Se veía tan orgulloso de sí mismo por alguna razón, pero yo no lo entendía. Bien. Excelente.

"Me preguntaba si podía entrar y hablar con mi hermano! Sé que no soy un estudiante de la escuela, soy maestro, así que me preguntaba si necesitaba algún pase algo para ir a su salón de clases, es importante", dijo Jaxon.

Sr. Young frunció el ceño, mirando tan confundido como yo.

"Tu hermano es un estudiante de aquí? "

Jaxon negó con la cabeza. "No, mi hermano es un maestro aquí. Pedro Alfonso. Realmente necesito hablar con él acerca de algo muy rápido. ¿Crees que mi novia podría mostrarme el camino a su aula? podríamos pasar por la oficina y obtener un pase de visitantes para pasar si necesitamos una ... "se calló.

Los ojos del señor Young posaron en mí, y yo trabajaba muy difícil para mantener la confusión de mi rostro. Jaxon no sólo mintió, también le dijo a un profesor que yo estaba saliendo con Pedro el pequeño! ¿Cómo es exactamente que esto iba a ayudar? había Jaxon perdido por completo la cabeza?

Sr. Young volvió a mirar a Jaxon. "¿Eres Pedro, el pequeño? -preguntó, mirando un poco desconcertado.

Jaxon asintió con la cabeza. "Sí, los dos somos profesores pero él tiene el cerebro, y yo las miradas".

Solté un bufido ante ese comentario, sin duda, yo tenía otra opinión.

Sr. Young sonrió ante el comentario. "No me había dado cuenta de que tenía un hermano. Y tu estas ...saliendo con una de sus estudiantes? Eso se debe un poco incómodo"- reflexionó.

Jaxon se encogió de hombros. "No es problema. Se le da muy bien con mi hermano, verdad, Paula? Hemos... estado viéndonos durante un par de meses, así que supongo que ha tenido tiempo para acostumbrarse a ella. ¿Verdad? Paula?"

Jaxon estaba mintiendo y sonriéndome.

"Sí, Jaxon"- le contesté, sonriendo mientras su brazo apretaba mis hombros, me aplastaba contra su lado de su cuerpo.

Sr. Young asintió con la cabeza, mirando un poco desconcertado.

"No veo ningún problema con usted para entrar en el colegio pero los visitantes deben firmar, así que si usted quiere podría entrar a la primera oficina y firmar, dígales que el Sr. Young dijo que estaba bien para que usted pueda entrar, solo le tomará unos minutos."

Jaxon estaba sonriendo con orgullo, pero yo todavía no podía ver cómo esto podría ayudar. ¿Tal vez estoy siendo tonta?

"Muy bien, fue un placer conocerlo, Sr. Young” - dijo Jaxon asintiendo con la cabeza y girando el encanto. "Y soy Jaxon, por cierto."

El Sr. Young sonrió y asintió con la cabeza. "Encantado de conocerlo. Vamos a continuación.", sugirió, señalando las puertas delanteras. Jaxon apretó el brazo en mi hombro mientras me conducía hacia el edificio.

Le dí un codazo en las costillas tan pronto como estábamos fuera del alcance del oído.

"¿Qué demonios ha sido eso? Ya sabes...tu hermano va a patearte el culo por besarme!" – Yo siseé, Jaxon se echó a reír y sacudió la cabeza.

"No lo hará, acabo de guardar sus traseros. Ahora tienes dos maestros por testigo de que estás saliendo con un maestro, el pequeño! " Él me sonrió . "Voy a tener que tener esas gracias ahora".

Tragué saliva. Tiene razón, si Erika iba al Director, ella no iba a tener ninguna prueba en absoluto, y ahora Pedro y yo teníamos a dos respetados maestros que me habían visto besando a su hermano! Oh...Dios mío, era un maldito, esto es impresionante! ¿Cómo no me lo imaginé esto de inmediato?

"Jaxon, eres un maldito genio!" Yo prácticamente le grité cuando me lancé con mis brazos alrededor de su cuello, abrazándolo.

Me palmeó mi espalda. " Si, lo se. Simplemente dile que no me patee el culo por hacer eso ,dile que ni siquiera una vez  traté de deslizar la lengua", dijo entre risas.

Me eché a reír y le di un puñetazo en el brazo a la ligera.

"Yo no lo puedo creer! Joder, me encanta Jaxon! , eres el mejor, lo sabes, ¿verdad?" le pregunte en voz baja, mirándolo.

Siempre agradecido, Pedro tenía una familia tan estupenda, era tan afortunado.

Jaxon asintió con la cabeza, sonriendo: "Asi que dime! entonces, Paula. ¿Quién es el mejor besador? " –me preguntó él, arrojando su brazo alrededor de mi hombro de nuevo y señalando el pasillo para que empezara a caminar. Me miró con sorna. "Yo , por supuesto!"

Puse los ojos en blanco y lo ignoré para dispararme un petulante expresión. Lo llevé a la oficina y se detuvo.

"¿Vas a firmar?" -Le pregunté, mordiéndome el labio un poco nerviosa.

Él asintió con entusiasmo. "Sí, voy a ir a escribir mi nombre en el libro de visitas para que todo el mundo sepa que estuve aquí hoy con ustedes. Suplemento de evidencia ", explicó, guiñándome un ojo, y teniendo mi mano, entrelazando nuestros dedos. Me reí cuando me sacó a la oficina y a la recepción, sonreía dulcemente a la recepcionista que estaba sentada allí. "Disculpe, estuve hablando con el señor Young, y me dijo que tenía que firmar en calidad de visitante ", dijo a la recepcionista.

Se veía entre él y yo con curiosidad.

"¿Qué exactamente puedo hacer por usted?" -preguntó ella, empujando las gafas por la nariz.

Jaxon sonrió. "Necesito hablar con mi hermano, él es un maestro aquí. Pedro Alfonso".

Su rostro se iluminó ante la mención de  Pedro , su nombre Ooh, alguien obviamente tiene una debilidad por mi novio.

"De verdad, eres el hermano de Pedro?" Le preguntó sonriendo alegremente mientras sacaba más de un libro de visitas.

"Sí, ¿no puedes ver la semejanza anatómica familiar. Sé que soy más guapo que él" Jaxon bromeó, pasándose una mano por el pelo.

Ella se echó a reír, bueno, más bien se rió, y yo sonreí a Jaxon pensando lo encantador que podría ser. No es de extrañar que es un mujeriego,   que podría tener a cualquier mujer si quería.

"Supongo que hay un ligero rasgo de la familia", admitió ella, asintiendo con la cabeza."Así que, si usted firma en este momento lo llamaré y le diré que usted está aquí ", instruyó ella, pasándole un bolígrafo.

Jaxon negó con la cabeza. "No te molestes. Mi novia me va a mostrar el camino, ¿verdad, Paula?", me preguntó él, guiñándome un ojo. Me sonrió y asintió con la cabeza, dejando caer mis ojos al piso

"Te voy a mostrar su salón"

Terminó firmando los papeles y pasó la reserva de nuevo a ella. Ella sonrió con coquetería. "Todo esto es sólo una formalidad en caso de que haya un incendio o algo, tenemos que saber quién está en el edificio" -dijo, agitando la mano en el libro con desdén.

"Claro", coincidió Jaxon. "¿Tiene que firmar Paula el libro también, para demostrar que ella todavía está aquí conmigo por si hay un incendio? " -preguntó, ladeando la cabeza hacia un lado mirando su lindo botón.

Wow, Pedro tiene esa mirada perfeccionada también. La mujer frunció el ceño. “No lo creo."

"Yo creo que debe haber algún registro que Paula está en la escuela también. De lo contrario, podría haberse ido a casa como los otros estudiantes. Si hubiera un incendio no habría ningún registro por decir que ella todavía estaba aquí conmigo "-pensó Jaxon, frunciendo los labios, pensativo.

Era una persona muy mentirosa, yo le daría diez puntos por ser tan así. La recepcionista asintió con la cabeza, todavía mirando insegura y empujó el libro hacia mí.

"Tal vez, deberías, no hay nada malo en estar en el lado seguro."

Jaxon se echó a reír."Lo mejor es cubrir todas las bases, y tener el nombre de Paula allí sólo ofrece a todos un poco más de protección", admitió él, mirándome astutamente.

Mierda, pura genialidad! Ahora, no sólo tengo dos profesores y una recepcionista que saben que yo era su novia; También estaba yo firmando en calidad de visitante con él!
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Capitulo 41!!! espero que les guste!!
Gracias por leer! :)


martes, 29 de octubre de 2013

Capitulo 40




Una mirada a mi reloj me dijo que llegaba unos minutos antes de lo que había quedado con ella, pero me dirijo a su casillero de cualquier manera, queriendo terminar con esto tan pronto como fuese posible.

Ella estaba apoyada contra su casillero, hablando con un chico, obviamente ligando por la forma en que se ríe y toca su hombro, todo preparado en una trampa para seducirlo.

Me aclare la garganta después de ponerme a su lado no queriendo gastar más de un segundo de lo necesario. Ella me mira, una expresión desagradable en su cara antes de que se recuperara y me sonriera rápidamente.

" Kevin, solo necesito un minuto. Te veré en clase ¿Vale? "- Le dice ella, pero sus ojos no abandonando nunca los míos.

Él chico me sigue mirando mientras se aleja, obviamente un poco preocupado sobre por que ella lo despidió. Tan pronto como estamos solas le tiendo el café y la barrita energética.

" ¿Esta mi orden correcta? Si hay un error tendrás que ir  por otro antes de la primera clase- Me advierte, mirándome escépticamente.

Suspiro y me trago mi enfado.

"Si. Es exactamente lo que pediste"- Susurro, colocando una falsa sonrisa cuando alguien pasa mirándonos curiosamente.

" ¿Mi trabajo? "- Ella exige, mirando sus uñas impacientemente como si estuviese aburrida o algo.

Yo saco y le entrego las hojas impresas que había terminado la noche anterior antes de que Pedro y yo fuésemos  por comida china.

"Espero que este por encima de un 7 o le dirás adiós a tu guapísimo profesor"- ella me lo arrebata y empieza a leerlo. Estaba secretamente agradecida de no haber aceptado la sugerencia de Pedro de añadir insultos a cada frase por que él creía que ella no lo notaria.

Saco el dinero de mi bolsillo trasero y se lo doy, estampándoselo contra el pecho.

"Mantente alejada de mi desde ahora mismo"- Le dije, intentando hacer que mi voz sonara más fuerte de lo que me sentía. Ella me sonríe malvadamente.

"Mañana vendrás conmigo después de comer; harás mis quehaceres mientras mis padres están fuera. Podrías querer vestir algo viejo, tengo un par de caballos que necesitan ser limpiados "- Dice ella riéndose para si misma.

¿Caballos? Sentía mi cara brillar con enfado y mis manos luchaban por estamparse contra su cara.

"No puedes estar esperando que yo limpie la mi…" - Paro de hablar abruptamente mientras Mrs. Halston camina cerca.

Wow, eso estuvo cerca, casi consigo ser castigada después de todo.

Erika se ríe y empuja su cabello rubio platino sobre su hombro.

"Definitivamente. ¿Aunque quizás quieras incumplir el trato? Si no sigues hasta el final, yo tampoco lo haré.Y se que el director está libre ahora mismo"- Ella mira por el pasillo hacia la oficina con mucho interés.

No podía hacer que mi enfado creciera y se escapase de mis labios.

" ¡Bien! Tendrás que darme tu dirección o algo"- Murmuro, moviendo mi cabeza con desagrado.

¡Que pequeña bruja!

"Oh, no te preocupes. Nosotras hablaremos a lo largo del día". Ella agita su mano en un gesto de echarme.
"Vete. Solo recuerda de venir cuando seas llamada. "

Ella me miro una última vez antes de que me girase y me fuese hacía donde sabia que Amy podría estar a esta hora de la mañana.

Él día paso increíblemente despacio. Erika estaba en lo correcto, definitivamente la iba a ver un montón a lo largo del día. Yo había comprado su comida, le había dejado mi equipo de gimnasia, y llevado los libros de ella para que pudiese gastar sus preciosos minutos extra rehaciendo su maquillaje. Yo había llevado mensajes a sus amigos y quitado un trozo de chicle de sus zapatos.

Pensaba que lo estaba haciendo muy bien por no pegarle otro en su cabello como pago. Para la hora de matemáticas estaba cansada física y mentalmente.

Todo lo que quería hacer era hacerme una bola en el clase de Pedro y dormir.

Amy intentaba ayudarme cuando podía. Todo el tiempo ella pensaba en planes de venganza. Su favorito era uno muy fácil de conseguir excepto por una cosa, ¿Dónde podríamos encontrar el Batmobile y meternos dentro de cualquier manera?

Nosotras llegamos a la clase de Pedro. Yo ignore como Olly me fruncía el ceño mientras pasábamos a su lado. Al parecer él no me hablaba, pero no podía sentirme culpable por ello él era el único que había forzado nuestra ruptura siendo celoso y posesivo, no yo.

Pedro sonrío cuando la campana sonó, señalando el principio de la clase. Sus ojos escanearon la habitación por unos pocos segundos, pareciendo un poco confuso lo que me hizo sentirme curiosa. Mire a todos los estudiantes, intentando ver que era lo que le había sorprendido, y solo pude ver que Erika no estaba allí. Sonreí para mi misma. Quizás Dios existía después de todo y ella iba a dejar a Pedro solo, dejando su clase y manteniéndolo en el pasado. Uno solo podría tener esperanza.

Intente lo mejor de mi para concentrarme en lo que él estaba diciendo y no en como lo decía. Tome notas; Yo casi entendía algo de lo que estaba diciendo, así que tendría que agradecérselo a Nico.

Quince minutos después la puerta se abrió y todos nos giramos a mirar a Erika entrar con una sonrisa en su cara.

Me encogí. Quizás no todo iba a ser tan fácil para Pedro después de todo.

"Señorita Dennison, llega tarde. ¿Tiene un pase? "- Le dice Pedro, pareciendo enfadado.

Tenía que decirle que no mirase con la mirada de la muerte o otra gente podría sospechar. Él no debería mirar a sus estudiantes de esa forma.

Erika sonríe y agita su mano, ignora su comentario y se sienta en un escritorio libre, inmediatamente saca su Ipod, haciendo un gran teatro de ponérselo.

Mi boca cae abierta en shock.

Pedro se dirige hasta su escritorio y se lo quita de las manos.

" Esto esta confiscado. Podrás recogerlo de la oficina al final de la semana que viene"- Le dice.

Wow! Él realmente necesitaba contener su enfado.

Ella se ríe, no creyéndole, levanto una ceja inocentemente.

" No lo creo. ¿No hará eso Mr. Alfonso? "- Dice ella, agitando sus pestañas.

"Salga ahora! "- Le ordena Pedro agitando su mano otra vez.

La clase entera lo estaba mirando. ¿Por qué estaba haciendo eso ella? Él estaba dándole un pase, yo estaba corriendo de un lado para otro haciendo todo lo que ella quería ¿y ella necesitaba presionar más enfrente de toda la clase?

Ella sonrío y lentamente saco los audífonos de sus orejas haciendo teatro al devolvérselos, sabiendo que todos los ojos estaban puestos en ella.

"Puedes tenerlos por la clase, pero yo los quiero de vuelta para el fin de semana. Yo no creo que este bien que puedas confiscar algo un fin de semana. ¿Quizás debería ir a consultarlo con el director? " - Sugirió sonriéndole dulcemente.

Sus hombros cayeron y sus ojos se fijaron en mi. Yo negué rápidamente, rogándole que estuviese de acuerdo y se lo devolviese al final de la clase así ella no podría causar más problemas. Su ceño se profundizo y su mandíbula se apretó mientras sus ojos se movieron de vuelta a ella.

"Bien, podrás tenerlo de vuelta al finalizar la clase. Supongo que un pequeño fallo conmigo no debe afectarte para el fin de semana"- Se forzó a decir, hablando a través de sus dientes.

Me relaje. Solo otra media hora y la clase se acabaría, y después podría ser libre de ella y sus ridículas órdenes.

Bueno, hasta que tuviese que ir y limpiar a sus caballos de cualquier manera.

Él se giro y volvió a su escritorio, metiendo su Ipod en uno de sus cajones y callándonos a todos.

"Bien, volvamos con la clase"- Él parecía enfadado.

La mitad de la clase gimió por que él estuviese de ese humor, lo que probablemente significaba más deberes acumulados para esta noche.

El resto de la clase paso sin incidentes. Erika no siguió provocando o dijo nada malo, pero ella solo se sentó ahí limando sus uñas todo el tiempo, ni siquiera pretendiendo escuchar.

Podía decir por la expresión enfadada de Pedro

 que él no podría aguantarlo mucho más, lo que no era una buena cosa para nuestra situación.

Cuando la campana sonó yo deliberadamente recogí mis libros lentamente, asegurándome que Erika dejaba la habitación antes de que yo lo hiciera. Yo no podría sacar su comentario fuera de mi cabeza sobre ‘hacer un trato’ ¿Que pasa si  ella decidía que quería su correo o que la bese o algo?

Sabía que estaba siendo más que un poco patética, que era una cosa que Pedro no podía hacer. Él tendría que dejar su trabajo. Yo me mantuve ligeramente detrás de ella, asegurándome que ella se mantenía lejos de mi hombre.

Ella se enfrento a él. Ofreciéndole una mano como manicura para recoger su Ipod, una sonrisa satisfecha en sus labios. Él no dijo nada, solo lo coloco en su mano, su cuerpo tenso y estresado. Deseaba poder poner mis manos sobre sus hombros y alejar algo de la tensión lejos de él. Necesitaba esperar al Sábado para eso.

Tan pronto como ella salió de la habitación, Amy y yo salimos también, deje una pequeña nota en el escritorio de Pedro . No había escrito nada en ella, solo había dibujado una carita feliz, esperando que pudiese alegrarlo un poco. Él me lanzo una pequeña sonrisa y yo hice una nota mental de llamarlo tan pronto como estuviese fuera del Instituto, así el podría sacar de su sistema algo de su enfado.

Él obviamente necesitaba hablar sobre ella o algo.

Enganche mi brazo sobre el de Amy mientras caminábamos a las taquillas.

" ¿Así que vas a ver a Ryan este fin de semana? "- Le dije esperando obtener un poco de normalidad después de este día tan loco. Ella asintió pareciendo tan feliz.

"Si. lo voy a llevar a conocer a mis padres este fin de semana"- Dijo ella excitada.

Yo coloque una falsa sonrisa para cubrir lo celosa que me sentía porque yo no podría hacer eso con mi novio. No podía creer lo que echaba de menos las pequeñas cosas en una relación.

" Eso es genial. Él lo hará genial con tus padres. A tu madre le encantara"- Digo intentando parecer entusiasmada. Ella parece soñadora y asiente.

"Él lo hace genial con todo. "

Por la esquina de mi ojo lo veo caminando por el pasillo hacia nosotras.

"Hablando del rey de roma"- Digo, señalándolo.

Ella espera y se lanza a si misma sobre él tan pronto como él esta lo bastante cerca.

"Los veré luego, tortolitos. Llámame y déjame saber como fue"- Digo haciendo una rápida retirada a las puertas delanteras antes de que ellos empiecen a parecer cachorros enamorados enfrente de mi.

Mientras caminaba fuera del edificio vi el coche de Jaxon aparcado en el exterior, no en la zona de aparcamiento de enfrente del colegio. Él estaba apoyado contra el lateral de su coche, sus ojos cerrados. Su cara hacia el cielo, obviamente disfrutando del sol.

Había veces como estas en las que deseaba tener un vaso de agua o algo para poder tirarselo.

Camine hacia él y le enterré mi índice en sus costillas, haciéndole saltar y mirarme sorprendido.

" Oh, hola"- Dice él sonando feliz.

" Hola Jaxon"- Replico, riéndome mientras él intentaba agarrarme. Me reía y golpeaba sus manos, alejándolo de mi.

" ¡Lo siento, lo siento. Solo para! "- Suplico. Él sonríe y pone los ojos en blanco.

Él mira alrededor del vacío aparcamiento.

" Bien, ¿Dónde esta la chica a la que tengo que seducir? "- Preguntó levantando una ceja, obviamente como un desafío. Sonreí con tristeza.

"Creo que ya se fue. Esta bien, no iba a funcionar de todas maneras"- Me encogí de hombros. Él golpea sus labios y asiente.

"Está bien. Tengo un plan mejor de cualquier manera"- Me informa levantando sus cejas.

Sentí la excitación crecer dentro de mi sabiendo que él tenía un plan. Silenciosamente suplique que no siguiese las líneas de Amy: Cavar un agujero, colocarla dentro y lanzarle una mochila llena de perros salvajes, que era lo que había sugerido antes.

" ¿Ah, si? "- Probé, mirándole expectante, esperando para que continuase y me dijese su genial idea con la que iba a salvar el día. Él niega con la cabeza.

" Nosotros solo necesitamos esperar el momento adecuado, después haré que todo sea mejor para ti y mi hermano"- Dijo con confianza.

Sus ojos seguían escaneando el parking y los alrededores del instituto. Yo estuve de pie silenciosamente a su lado, solo esperando para lo que fuese que él estuviese buscando para mostrarme, no teniendo ni idea que pasaba por su cerebro. Jaxon era muy extraño a veces.

Después de un par de minutos sus ojos se encendieron y él se paro recto.

"¿Quienes son ellos? "- Pregunto, señalando en la dirección del edificio del instituto.

Me gire y mire en la dirección que él señalaba. Estuve mucho más confusa cuando ví quienes eran los que caminaban hacia nosotros desde el edificio.

"Esos son Mr. Young y Mr. Bentley ¿Por? "- Él se giro hacia mi rápidamente.

"Podrás agradecérmelo después"- Dice rápidamente.

¿Agradecérselo? ¿Que demonios...?

Él me agarro, empujándome hacia él y juntando su cuerpo con el mío. Antes de que tuviese tiempo a decidir que hacer, sus labios chocaron contra los míos, besándome a la fuerza.


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Capitulo 40!!
espero que les haya gustado... Jaxon la beso!!!! que pasara????
lo van a saber mañana!! 
Gracias por leer! ♥


lunes, 28 de octubre de 2013

Capitulo 39




¿Qué demonios estaba haciendo aquí? ¿Y por qué me está sonriendo? ¿No debería de odiarme por haber arruinado su vida?

"¿Qué estas haciendo aquí?¿Y como has podido entrar en mi casa? ", pregunté, ceñuda sin dejar que las emociones me sobrepasaran.

Dulcemente me besó la mejilla, rodando de encima de mí para acostarse a mi lado. Mientra me miraba, una de sus manos jugaba con mi pelo.

"He venido a buscarte, por supuesto" respondió él como si fuese un hecho obvio. "Te llamé al móvil pero no cesaba de sonar y saltaba el contestador. Y respecto a como entre, sabía que tus padres no se encontraban todavía en casa y dejaste sin cerrar con llave la puerta de entrada. "

Me di la vuelta para encararlo. ¿Ha venido a buscarme? ¿Y a pesar de todo lo que pasó hoy, aún seguía queriendo verme esta noche?

"Has venido a buscarme? ¿Por qué? " pregunte, mi voz se entrecortó, tan cerca de las lágrimas.

El ceño el entrecejo, con la mirada algo confusa. "Bueno, pensé que teníamos esta noche una cita" respondió él, mirando un poco preocupado.

No pude contener por mas tiempo mis emociones. Me eché a llorar. Él dio un grito ahogado y me abrazó estrechamente, acariciando con su mano mi espalda, consolándome.

"¿Linda, que pasa? " susurró él.

Lloré mucho más fuerte al escucharlo llamarme por mi apodo cariñoso. ¿Cómo iba a superarlo cuando me dejase por segunda vez? Esto ya era bastante doloroso y todavía no había dicho las palabras que sabía que saldrían en cualquier momento de su boca.

"¿Paula? " Me separó un poco de él, agarrando mi cara entre sus manos para poder mirarme.

"¿Por que estas llorando? "

Tragué saliva, y el secó las lagrimas con su pulgar, mientras se deslizaban por mis mejillas.

"Pensé que ya no me querrías ver mas. Pensaba que me odiarías después de lo sucedido. Todo ha sido por mi culpa. Lo siento tanto, pedro" susurré, moviendo mi cabeza, pidiendo disculpas con mi mirada.

Aún mas confuso frunció el entrecejo. "Pau, jamás te odiaría. Y no fue por tu culpa, sino mía. Fui yo el que te besó; fui yo el que nos empujo sobre la mesa; yo soy el adulto; tenía que haber tenido mas juicio, haberme controlado más. " Quitó con un beso, una lágrima aislada, que caía por mi mejilla.

"¡Ha sido culpa mía... la falda... y ahora Erika! " Lloré, perdiendo otra vez el control.

Él suspiró y volvió a apretarme contra su pecho, acunándome dulcemente. "Todo está bien. Tal como ella me ordenó la aprobaré, y todo estará bien. Con respecto de ser por culpa de la falda... era una falda bien sexy, pero mucho antes de escoger y ponerte esa falda hoy, ya estaba perdiendo mi auto control. Tarde o temprano hubiese sucedido, cada día que pasaba me era más difícil apartar mis manos de ti" dijo él, disculpándose con la mirada.

Tragué saliva. "¿No me culpas? "

Negó con ferocidad la cabeza. "La culpa es mía, linda. Todo es culpa mía y, eso lo que contaremos si saliese todo esto a la luz. ¿Vale? " dijo con dureza.

Fruncí el ceño y abrí la boca para protestar, pero él debió de saber que estaba a punto de discutir con él por que se rió y apretó sus labios contra los míos, silenciándome antes de poder articular palabra. Me rodó sobre la espalda, medio encima de mi y me besó profundamente mientras que yo me aferraba a él como si se me fuese la vida en ello. Cuando se apartó de mi, me encontraba jadeando.

Él sonrió y me besó la punta de la nariz.

"¿Estás lista? ", preguntó él, levantándose, extendiendo la mano ayudándome a levantarme de la cama.

Volví la vista a los deberes de Erika que estaban sobre la cama con una mueca. En realidad necesitaba acabarlos, lo que significaba no poder salir esta noche de este sitio.


"No creo que pueda. Tengo que terminar sus deberes para mañana, y también tengo que hacer los míos.... " disminuyendo la voz, haciendo un puchero.

"¿De quién tienes que hacer los deberes? " preguntó él, frunciendo el ceño a los papeles sobre la cama.

Suspiré con tristeza. Supongo que él no sabía sobre todo el acuerdo ‘Eres mi zorra personal’ que hice con el diablo. Lo único que sabía era que se mantendría callada a cambio de aprobarle en matemáticas.

Me senté recta y fruncí el ceño. El se sentó a mi lado, agarrando mi mano. "Ella me dijo que debía de hacer sus deberes, también este sábado tengo que lavarle el coche y algunos recados" le dije, encogiéndome de hombros.

"¿Qué demonios? " rugió, levantándose de la cama abruptamente, su cara dura y enfadado.

Tragué saliva. "Dije que haría cualquier cosa y lo haré. No permitiré que te ocasione ningún problema, dentro de un par de semanas se aburrirá y entonces nos dejará en paz. Quizás tenga que pedirte prestado algún dinero, pero desde luego te lo devolveré"

"¿Te está chantajeando? ¡Esa pequeña puta! " siseó él.

Solté una carcajada. "Ese lenguaje, Sr. Alfonso! ¡No puede hablar de esa manera de una estudiante! " bromeé, intentando aligerar el mal humor.

Él levantó una ceja. "Estoy seguro que tampoco debería de enamorarme de una estudiante, así que pienso que he defraudado la enseñanza" contestó él, sonriéndome con satisfecho.

Mi corazón se derritió un poco cuando dijo que estaba enamorado de mí. "Tú no has defraudado la enseñanza; sólo eres joven y no sabes controlar tus hormonas." Dí palmaditas en la cabeza condescendiente; sonriendo. "No te preocupes nene, pronto crecerás. "

Él río y me envolvió entre sus brazos; empujándome encima de la cama, sujetándome soplando pedorretas en mi cuello, haciendo cosquillas en mis costados, haciéndome gritar y chillar debajo de él.

Pasados unos minutos él se echó para atrás y apoyo su frente contra la mía. "Lamento todo esto, monada. Espero que pienses que merezco la pena. ¿Te arrepientes de estar conmigo? " preguntó , mirándome un poco inseguro consigo mismo.

Moví la cabeza y envolví mis piernas alrededor de su cintura, atrayéndole más cerca, poniendo mis manos en su pelo. "Pedro te quiero. Jamás me arrepentiré de nada que implique tenerte en mi vida. Todo esto pronto pasará, y la vida volverá a su cauce normal. Lo único que tenemos que acordar que jamás haremos nada en el terreno escolar. " Lo miré con seriedad.

El accedió moviendo la cabeza. "Definitivamente. " Me volvió a besar, recorriendo con su mano mi costado, agarrando la cinturilla de mi pantalón de chándal. "¿Quizás también, deberías dejar de ponerte faldas en el colegio, así no tendré que luchar contra el impulso de asaltarte cada vez que estas a unos pasos de mi? "

Me reí tontamente y me sonroje mientras hundí mi cara en el hueco de su nuca, asintiendo.

"Si, las tiraré todas" le aseguré.

Él se echó hacía atrás y sonrió, moviendo la cabeza. "No las tires, me gustan. Solamente no las uses en la escuela. ¿Trato? "

Yo asentí y atraje de nuevo su boca hacía la mía, besándolo dulcemente. "Trato hecho" murmuré contra sus labios.

Me besó durante unos cuantos minutos más y después se retiró, se levanto y se quedó sentando junto a mi, levantándome también. Posó su mirada sobre los papeles que había desparramado sobre mi cama.


"¿De verdad estás haciendo sus deberes? " preguntó, frunciendo el ceño enfadado.

Suspiré y asentí. "Si, por lo tanto no creo que pueda ir contigo. Tengo que terminar los dos de ella, y a continuación debo de acabar con los míos también. " Le sonríe disculpándome.

Movió la cabeza, agarrando todos los papeles y los libros, apilándolos. "Te vienes a mi casa; no le voy a permitir que arruine nuestros planes. Te ayudaré a hacer sus deberes y también los tuyos, y entonces seguramente tendremos tiempo para nosotros y pedir comida a domicilio o algo así. "

Lo miré agradecida. No pude impedir que saliera de mi boca la palabra "Aww".

¡Es tan adorable!

Él puso los ojos en blanco como supiese lo que estaba pensando y me agarró la mano, poniéndome de pié. "Vámonos, antes de que lleguen a casa tus padres" sugirió él.

Asentí y me miré notando mi anchos pantalones de chándal. ¡Vaya, estoy hecha un desastre!

"Sólo me tengo que cambiar" dije, corriendo hacía mi ropero.

Él rió y tiró de mi mano para detenerme."No te cambies, me gusta el pantalón de chándal. " dijo él, moviendo las cejas de arriba a abajo, mirando los pantalones, mientras que me recorría lentamente.

Le golpeé el brazo. "¡Pedro que chico mas raro eres! " Le regañé bromeando.

"Si, pero me quieres" él contestó confiado.

Puse los ojos en blanco. "Si claro "

****

"Recuérdamelo otra vez ¿Por qué nosotros le vamos a llevar el desayuno? "- Se quejo Pedro mientras salíamos del Starbucks del otro lado de la ciudad.

Me encogí de hombros.

"No quieres perder tu trabajo y yo no quiero ser expulsada"- digo poniendo mis ojos en blanco. Nosotros habíamos pasado por esto una y otra vez.

Él quería hablar con ella y decirle que se metiese las amenazas por el culo, esas eran sus palabras exactas. Aparentemente él podría querer oírlas otra vez por que esas eran las palabras que le había dicho a Olly cuando nosotros rompimos.

Pedro estaba convencido de que el director no podría creerla de cualquier manera. Él había sugerido que nosotros podíamos decirle a cualquiera que ella estaba celosa de mi y que solo lo había inventado porque yo había salido con un chico que Erika quería o algo. Y finalmente nosotros habíamos decidido ir con su plan por ahora y esperar a que ella se aburriese después de unas semanas.

Yo no estaba convencida de si ella podría hacerlo pero no quería arriesgarme a que el director creyese su historia.

Salte de su coche y corrí dentro del Starbucks para comprar su desayuno.

En cuanto tuve su orden, la agarre y corrí devuelta a su coche, iba a ser un largo día. Ella solo me había mandado un mensaje con lo que quería desayunar y me había dicho que me asegurara de que no llegara frío.

Después se suponía que había quedado en su casillero a las 8: 40 exactamente para darle los deberes que había echo para ella y por supuesto, las doscientos dólares que le había prometido.

Estúpida malvada mujer.

Tan pronto como nosotros estábamos en la carretera mi teléfono empezó a sonar. Lo saque de mi bolsillo y sonreí. Era Jaxon.

Yo sonreí en dirección a Pedro; Él estaba quejándose de que yo fuese a ver a su hermano además de a él esta noche.

"Hey, Jaxon" yo sonreía mientras Pedro se quejaba

" Hey, Paula. ¿Te veré esta noche? "

" Si. Seguirás con la historia de cuando Pedro iba al colegio"- bromeo, intentando no reírme mientras Pedro mira en mi dirección.

Jaxon se ríe.

"¿Él esta contigo ahora mismo? "

"Si"- Confirmo riéndome para mi misma.

"Dí algo sobre el campamento de verano" - Sugiere él. Yo sonrío perversamente.

"¿Campamento de verano? No, ¿que hizo él en un campamento de verano? " - Digo siguiéndole el juego.

Pedro se giro y me quito él teléfono para gritar a Jaxon.

"¡Para de contarle cosas sobre mi! Te lo juro Jaxon, te vas a enterar cuando te vea. "

Me río y le quito el teléfono alejando sus manos del mismo.

"¡Conduce el coche Sr. Alfonso! "- Me giro y vuelvo a hablar con Jaxon otra vez.

"¿Estas viniendo a verme al colegio? "
" Si. Te estaré esperando por los alrededores. Creo que voy a cenar después de los bolos ¿Te apuntas? " Dice.

"Claro. Sabes, podrías hacer algo por mi mientras estas en mi instituto"- Digo acordándome de la malvada mujer cuya bebida estaba en mis manos.

"¿Que es, Paula? "

"Seducir a una estudiante y hacer que ella cayese enamorada de ti, así  ella me dejaría tranquila"- Digo, solo medio bromeando.

" ¿Seducir una estudiante? ¡Hecho! " - Él se ríe.

Yo sonrío y cierro los ojos, apoyando la cabeza en el cabecero del coche mientras nos acercamos al sitio donde Pedro podía dejarme. Silenciosamente deseo que pudiese ser más fácil, y que Jaxon pudiese ocuparse de esto por mi. Pero nada es fácil en la vida. Erika podría estar detrás de mi por el resto de año, y no había nada que yo pudiese hacer.

"¿Lo dices en serio? ¿Que está mal? ¿Alguien te está molestando o algo? "- Dice, sonando preocupado

Yo  procedo a contarle a Jaxon la historia sobre como Erika nos vio besándonos, y como me estaba chantajeando ahora. Mientras le contaba todo él permanecía en silencio. Veía como Pedro apretaba las manos sobre el volante, tan fuerte que sus nudillos estaban blancos. Él realmente odiaba eso, pero no podía arriesgarme a que alguien le creyese si ella le decía a alguien.

Cuando termine Jaxon tomo una gran respiración,

"Wow, eso es una putada para los dos. Supongo que los veré hoy. Tendré que pensarlo y ver si hay algo que pueda hacer para ayudarles ¿Vale? ¿Quizás podrías entrar en su casa, robar su diario y encontrar algo con lo que poder chantajearla? "- Sugiere.

Me río.

"Eso suena como Amy. Ella quería secuestrar a su gato. "

" ¿Ella tiene un gato? Yo iría a por una captura de gato. Nosotros podríamos ponerle ropa ridícula y tomar fotos y amenazar con mandárselas a toda la ciudad si ella no te deja en paz"- él suena oscuro, probablemente planeando ya en meterse en internet para ver si puede encontrar ropa de gato ridícula.


Puse los ojos en blanco a su protesta y vi que nosotros habíamos parado en el aparcamiento.

"Me tengo que ir Jaxon. Te veré después del colegio. "

Nos despedimos y empuje mi teléfono de vuelta a mi bolsillo. Me gire a ver a Pedro; él estaba mirando a través de la ventanilla.

"Bien, supongo que ya te veré en clase"- Murmuro, no queriendo salir del coche realmente.

Él se gira y agarra mi brazo alrededor de mi hombro, mientras su otra mano acariciando un lado de mi cara.

Cierro mis ojos y solo disfruto de sentirlo cerca, de sentir sus labios contra los mios, la forma en la que mi estómago revolotea, besar a Pedro era algo fuera de este mundo y no estaba segura de si podríamos tener solo la intimidad de un solo beso en los labios.

"Te quiero. Solo recuerda eso. No importa que pase, te quiero. Si llegásemos al punto donde necesitemos hacer algo drástico entonces renunciare a mi trabajo"- Dice acariciando mi cara suavemente con su pulgar.

Yo me burle de la sugerencia Eso era algo sobre lo que habíamos hablado la noche pasada, nosotros habíamos pensado un número diferente de escenarios, ninguno de los cuales me gustaba particularmente.

Él único que era un buen plan solo lo utilizaríamos como último recurso. Pedro podría conseguir otro trabajo en otro instituto. Yo no quería que eso pasase, él tenía suerte de tener su puesto en nuestro colegio con su edad. Él director tenía que estar muy desesperado por un profesor para contratar a un graduado sin experiencia.

Sabía que podría ser difícil para él encontrar otro trabajo como profesor cerca de donde nosotros vivíamos.

Solté su mano, agarrando todo lo que necesitaba mientras colocaba mi mochila en mi espalda preparándome para el corto paseo hasta el colegio.

"Pau"- Me llamo Pedro mientras daba un paso fuera del coche.

Me gire a mirarlo. Él estaba sujetando algo de dinero hacia mi. Me acerque y cerré mi mano sobre ello, sonriéndole agradecida porque el siempre insistía en pagar.

"Gracias. Te lo devolveré"- Le prometo.

Él sacudió su cabeza y presiono sus labios contra los míos otra vez, besándome suavemente antes de hablar contra mis labios.

"No, no lo harás. "

Yo sonrío y cierro mis ojos, solo deseando que las cosas pudiesen ser más fáciles y que estar enamorados no fuese un error. ¿Por qué todo tenía que ser tan difícil? Cuando una persona se enamoraba, se suponía que todo eran sonrisas, besar, no tener que escondernos y robar pequeños momentos en un parking vacío.

Yo daría cualquier cosa por solo caminar por la calle y sujetar sus manos, por llevarlo a casa y presentárselo a mis padres como mi novio.

"¿Pedro? "- Coloco mi nariz al lado de la suya mientras él juega con mi pelo.

"¿Mmm? "- Murmura, sus labios vibrando contra los míos donde ellos parecen casi juntarse.

"Después de quedar con tus padres el sábado, ¿Crees que podría quedarme contigo? "- Le digo.

Su mano se congela en mi pelo, así que continuo rápidamente "No haremos nada. Yo solo quiero despertarme contigo sujetándome, nada más ¿Por favor? Yo realmente lo necesito ¿Por favor? "- Suplico. Mi voz estaba solo por encima del susurro.

Él suspira, su respiración contra mi cara haciendo mi boca agua y a mi piel estallar en calambres.

"Yo también lo necesito"- Admite, besándome suavemente otra vez.

Siento mi corazón empezar a volar en mi pecho con solo pensar en dormir con sus brazos a mi alrededor. Puedo esperar con la cosa de no tener sexo, pero necesito un poco más de intimidad, un poco más de tiempo privado con él donde no estemos estresados y teniendo conversaciones pesadas sobre escondernos y que pasara si nos descubren. Solo necesito una noche solo de Pedro y Paula juntos y solos.

" Mejor le llevo el café antes de que se enfríe"- Digo de mala gana" Te enviare un mensaje a lo largo del día. "

Él sonríe triste y vuelve a su asiento, mirando como salgo del coche y lo despido.

Coloco mi chaqueta más ajustada contra mí e inclino los hombros contra el viento helado.


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Capitulo 39! espero que les guste!!
Gracias por todos sus comentarios!!! =)

domingo, 27 de octubre de 2013

Capitulo 38





Mientras la miraba sentí como el color de mi cara se borraba. ¿Por qué ella? Categóricamente me odiaba. ¿Por qué tenía que ser ella la que nos pillase? Se me cayó el alma a los pies mientras que una sonrisa lenta dibujaba sus labios. ¡Oh Díos, por favor que esto sea un sueño! ¡Por favor dime que esta clase era tan aburrida que me dormí y estoy teniendo ahora mismo una pesadilla!

"¿Que demonios?" Con el ceño fruncido movió la cabeza, como si intentase resolver algún problema.

Pedro no se había movido y seguía pegado a mí, sujetándome contra la mesa, sus manos permanecían exactamente en el mismo lugar que estaban dos minutos antes que ella entrase en el cuarto. ¿Qué hacemos ahora? Pedro va a tener muchos problemas, a mi me expulsarán, nuestras vidas quedaran destruidas, y todo por mi culpa! ¿Por qué tuve que llevar esta estúpida falda corta y tentarlo? ¿Por que tuve que llamar su atención y ser una maldita coqueta en el horario escolar? Soy tan idiota, y ha sido mi culpa al provocar esta situación!

De nuevo trague saliva y abrí la boca para intentar hablar; no tenía ni idea de lo que iba a decir, así qué esperaba que algo coherente saliese de mi boca.

Sin embargo lo que salió fue "Yo... nosotros... no.... no es.... de ninguna manera.... " podría pegarme a mi misma.

Pedro seguía sin moverse, es como si estuviese congelado. Ni siguiera estaba segura si aún respiraba, pero una cosa tenía clara, tenía que quitarse de encima de mí y pensar en encontrar excusas de por que me estaba besando y de por que estaba casi quitada su camisa!

Le empujé el pecho, haciendo que se pusiese derecho, pero continuaba situado entre mis piernas, boquiabierto. Sus ojos estaban de par en par y su cuerpo tenso. Jo, Pedro espabila! Me levanté rápidamente, tirando de mi falda y de la parte superior, poniendo todo en orden mientras me sonrojaba.

"Señorita Dennison, no es lo que parece" Pedro se defendió, sacudiendo la cabeza mientras salía de mis piernas y comenzaba a abotonar su camisa.

Ella se rió. "Oh, esto no tiene precio. Volví para recoger mi libro, y me encuentro con esto. Es demasiado bueno para ser verdad" Erika reflexionó, sonriendo con satisfacción. "Sr. Alfonso, pienso que podría haber conseguido algo mejor, lo que quiero decir, mírela, por Díos, es Paula! " Me miró lentamente de arriba a abajo, asqueada, y mis ojos se llenaron de lágrimas, pero de ninguna manera iba a dejar que saltaran de mis ojos delante de ella.

Una enfadada expresión cruzó en la cara de Pedro.

"¡Basta! " dijo Pedro.

Ella sonrió dulcemente y se giró para recoger su libro que estaba encima de la mesa. No sabía que hacer o que decir; sólo podía pensar en que todo esto era por mi culpa. Pedro irá a la cárcel por mi culpa.

Ella agarró el libro y se dirigió hacía la puerta. "Bueno, ha sido un placer haberte conocido" dijo ella, riendo quedamente.

Tragué el nudo que se me estaba formando en la garganta. Ella se lo iba a contar a alguien e iba a ocasionar un montón de problemas para ambos. Brevemente consideré mis opciones. La podía dejar ir y podríamos fingir que ella mentía. La podía agarrar, darle una tremenda paliza, después cortarla en pedacitos y esconderla en alguna parte. Podría rogarle que no dijera nada. O simplemente podría admitir la verdad y podríamos fingir que fue una locura del momento, una indiscreción que sólo ha ocurrido en esta ocasión. Personalmente no me gustaba ninguna de estas opciones. Me inclinaba más bien por cortarla en pedacitos, pero no pensaba que Pedro estaría de acuerdo con ello. Por lo tanto decido por el rogar e intentar apelar a su lado compasivo, si es que tenía uno.

"¡Erika, por favor! "grité con desesperación. Ella se paró y se me quedó mirando, elevando una ceja mientras que yo continuaba."Por favor no digas nada; todo esto es culpa mía, todo. "

Pedro negó con la cabeza. "No, Paula, he sido yo" empezó a decir, pero yo fingí que no había dicho nada y continué hablando.

"Lo empecé yo, simplemente lo besé. Ha sido culpa mía" le mentí, rogándole con mis ojos.

"Cuéntaselo al Director. " Erika se encogió de hombros y abrió de un tirón la puerta, saliendo como un vendaval.

Me giré a Pedro; sentía el latido de mi corazón en la garganta, lágrimas escocían en mis ojos. Cariñosamente me Agarro la cara con sus manos.

"Ni se te ocurra cargar con la culpa de esto; Paula, si lo haces me voy a cabrear mucho contigo. Si alguien tiene que cargar con la culpa, soy yo! " dijo él gravemente.

Tragué saliva y  retire sus manos de mi cara. Aún no había tirado la toalla; quizás conseguiría convencerla en no decir nada. Lo aparté con un empujón y salí corriendo por la puerta, ignorando como me llamaba por mi nombre mientra corría. Sabía que no podía seguirme inmediatamente; todavía tenía que abrocharse la camisa y no podía andar por los pasillos con la camisa como estaba.

Corrí como un rayo y visualice a Erika paseando tranquilamente por el pasillo. No se estaba dando ninguna prisa; tenía la cabeza bien levantada mientras se encaminaba al despacho del Director.

Me acerque corriendo a ella y la agarré del brazo, haciendo que se parase mientras la miraba desesperadamente. "¿Por favor? ¡Por favor no le causes problemas! Ha sido todo culpa mía, me eché encima de él, nada de esto es culpa de él. ¿Por favor no lo hagas sufrir por algo que he hecho yo, por favor? " rogué. Sentía nauseas, mis manos temblaban y todo mi cuerpo estaba frío.

Ella me sonrío con satisfacción. "¿Es culpa tuya? "

Asentí rápidamente, y me enjuague la lágrima traidora que se deslizaba por mi cara.

"Si" susurré.

Se golpeó con el dedo la barbilla, su larga uña pintada de rojo tocando sus labios mientras hacía un puchero, meditando sobre ello. "¿Entonces, que valor le pones? " pregunta ella, ladeando la cabeza.

¿Qué cuanto valor le pongo?¿Para mantenerse callada pedía dinero o algo así? Mentalmente calcule cuanto dinero tenía en casa, así como cuantos ahorros tenía en la cuenta corriente.

"No....No sé. Creo que podría reunir un par de cientos de libras? " Ofrecí, encogiendo los hombros embarazosa. Siempre podría obtener el dinero de Pedro; seguramente tendría más que esa cantidad.

Ella soltó una carcajada. "No quiero tu dinero, princesa de hielo. ¿Que otra cosa me puedes ofrecer? " siseo ella con desprecio.

Fruncí el ceño y sacudí la cabeza. ¿Que más puede haber que le pueda ofrecer?

"No … no sé. ¿Qué es lo que quieres? " pregunté. Paseé la mirada a mí alrededor. Afortunadamente no había nadie en el pasillo ya que la gente se había ido ya a casa. Amy me estaría esperando a la vuelta de la esquina en la calle. Quizás le podría pegar un grito y llamarla, me juego lo que sea que Amy me ayudaría con el plan de cortar a Erika en pedacitos.

Miro miró detenidamente. "Bien, definitivamente no quiero los trapos que llamas ropa" se mofó con una mirada despreciable en la cara. "No estoy muy segura. ¿Qué te parece si me lo pienso? " ofreció ella.

Mentalmente hice una danza de alegría, al saber que no nos iba a entregar inmediatamente, al querer pensarlo, me daría más tiempo para poder reunir más dinero o alguna otra cosa.

"Por favor Erika, no se lo digas a nadie. Haré todo lo que quieras, pero por favor, no le causes problemas" susurré, intentando no volver a llorar.

Ella sonrió dulcemente, pero sus ojos eran duros.

"¿Harías cualquier cosa? "

Su voz sonaba cruel y desagradable, sintiendo un hormigueo recorrer mi espina dorsal. Tragué saliva y asentí en acuerdo. Por alguna razón supe que me iba a arrepentir al hacer ese comentario. "Para empezar, quiero ese dinero que me has ofrecido, me lo traes cuando vengas mañana. " Metió la mano en su bolso, sacando los libros de historia y de inglés; empujándolos contra mi pecho. "Haz mis tareas, están previstos para mañana, no quiero sacar menos de un 7, así qué no te hagas la lista queriendo dejarme en un mal lugar mañana en clase! " siseó ella, haciendo un gesto de despedida con la mano.

Dinero y hacer los deberes, bien eso lo puedo hacer.

"No diré nada, porque de hecho el Sr. Alfonso me gusta, es un buen profesor. Pero entérate bien, Paula; no me gustas y tu engreída, sencilla buena apariencia que atrae la atención de los chicos más populares. Un paso fuera de línea, cualquier cosa que te niegues hacer por mi, me iré directamente al despacho del director a informarle sobre ti. "

Tragué saliva y asentí con la cabeza. "Bien, pero por favor no digas nada a nadie, ni a tus amigos, por favor" pedí, mirándola esperanzada.

Sonrió a algo que estaba detrás de mi hombro. Me di la vuelta y vi a Pedro caminando por el pasillo, su cara consternada, pero obviamente estaba intentando no mostrar ninguna emoción. Ella se inclinó más cerca de mi.

"Está como un tren. ¿Que tal besa? Quizás lo pruebe" susurró, aún con los ojos clavados en Pedro.

Sentí como mis manos se aferraban a su libro que sujetaba. El mero pensamiento de ella cerca de él, me quemaba la sangre. Que narices iba a hacer si ella chantajea a Pedro y lo obliga a besarla o alguna otra cosa? ¿Pero no lo haría, verdad que no?

Pedro se paró a mi lado. "¿Es posible que hablemos todos sobre ello? " preguntó él, mirando esperanzado a Erika.

Ella sonrió y se encogió de hombros. "Ya está todo solucionado. Paula y yo hemos estado hablando sobre ello y he decidido no decir nada sobre el asunto..... por ahora. "

El malicioso brillo de sus ojos mostraba que estaba disfrutando tenernos a ambos en sus manos.

Pedro pasaba la mirada entre una y otra, claramente sorprendido por su revelación. En verdad, se le veía como una persona que ya había aceptado su destino y que se encontraba en graves problemas. La miraba como si ella hubiese sugerido que estaba sobrevolando un cerdo por encima de nuestras cabezas o algo parecido.

"¿De verdad? " tragando saliva.

Ella asintió. "Si. Pero Sr.Alfonso, para que lo sepa, desde ahora yo seré el as de su clase y no tendré que entregar ninguna tarea" dijo ella, levantando desafiante la ceja.

Él frunció el ceño y me miro acusador, como si yo hubiese accedido a ello; evidentemente no estaba para nada de acuerdo con la idea. Asentí alentadora, rogándole con mis ojos de estar de acuerdo con ello. Respiró profundamente y se frotó la nuca, mostrando su extremo enfado.

"Bien" refunfuño finalmente.

"¿Pedro? "

Nos dimos todos la vuelta, para ver como se acercaba Carolina por el pasillo, sus rizos perfectos oscilando mientras venía paseando hacía nosotros. Erika se inclino muy cerca de mi oído. "Creo que su novia estaría muy cabreada si se enterase lo que estaban haciendo sobre la mesa, ¿no te parece? " susurró ella.

Me aparté horrorizada, ceñuda e intentando matarla con mis ojos. Lo bueno sobre su declaración era, que me creyó cuando dije que sólo lo había besado, sin percatarse todavía de todo. Me sentía increíblemente agradecida.

"Eh... hola" Pedro murmuró cuando Miss Teller se paró junto a nuestro grupo, sonriendo con dulzura.

"Hola chicas, ¿qué están haciendo todavía aquí? ¿Todavía no están hartas de este sitio? " preguntó Miss Teller, sonriendo.

Yo encogí los hombros y abrí la boca para responder, pero Erika habló primero "Estábamos hablando con el Sr. Alfonso sobre la extra tutoría que ha estado impartiendo a Paula después de clase. Me preguntaba si podría participar en ellas, ya sabe, aumentar mi calificación y todo eso" dijo Erika, enroscando el pelo con un dedo y con una conocedora sonrisa en sus labios.

Pedro frunció el ceño mirando en su dirección; sonreí para mis adentros al saber lo mucho que odiaba esa sugerencia. "No creo que necesites una tutoría extra, señorita Dennison, como ya sabes, ya eres el número uno en mi clase" incomodo metió baza.

Miss Teller sonrió, volviéndose a Pedro. "¿Estás listo para irnos? Sé que tenías que ir a algún sitio importante, me dijiste que debías salir lo antes posible. "

Me mordí el labio. `Tener que estar en algún sitio importante’ esa era yo. Pedro miró indeciso a Erika y a mi, preguntándome calladamente que hacer.

"No estoy seguro si hemos terminado de hablar. Carolina, quizás deberías esperarme en el coche" sugirió él, hurgando en su bolsillo y entregándole sus llaves.

Erika cambió de postura. "Hemos terminado de hablar. De todas formas me tengo que ir. Lo veo mañana Sr. Alfonso, Miss Teller" señaló ella, agarrandome del brazo y dándome la vuelta rápidamente. Con la cabeza le dije adiós a Pedro y permití que Erika me guiase por el pasillo.

"Mantén libre el sábado. Tienes que hacer algunos labores para mí. Mi coche necesita un servicio de limpieza y también tengo unos zapatos que necesitan una limpieza. " Ella se encogió de hombros y me soltó mi brazo, mirando su mano con aversión, como si acabase de tocar algo sucio.

Con incredulidad casi me ahogo. ¿Limpiar su coche y hacer sus quehaceres? ¿Sería una broma?

"¿De verdad? " pregunté, rezando que lo descartara riendo y que me dijera que sólo estaba bromeando. Pero no estaba bromeando.

"Completamente. "

¡Que bruja!


"¿Bien, pero luego se acabó, no? " pregunté.

Ella rió. "Oh no, princesa de hielo, tu culo es mío ahora. Deseas que guarde tu secreto , entonces harás lo que yo te diga, cuando yo te diga. Ahora serás mi zorra personal. "

Mi mano se cerró en un puño, y noté como aumentaba mi genio. Normalmente no era una persona violenta. La agarré del pelo y estrellé su cara tan fuerte como pude contra la taquilla, oyendo satisfecha el crujido de su nariz, mientras que gritaba y se la sujetaba con las manos.

Entre sus manos se derramaba la sangre y estropeo su top de puta.

"¿Paula? "

Pestañeé un par de veces y miré a Erika; me estaba mirando fijamente como si esperase que dijera algo. Oh, ¿Estaba soñando despierta? Ella chasqueó un par de veces los dedos delante de mi cara, y según pasaba el tiempo se sentía cada vez mas hastiada.

"Estaba diciendo que me dieras tu número móvil, te mandaré un mensaje de texto con el pedido para mi desayuno! " gruñó ella, agitando con impaciencia su teléfono móvil delante de mi cara. agarre el teléfono que me estaba ofreciendo y grabé mi número. Debería actuar como en mi ilusión y romperle la cara.

Le devolví el teléfono. Inmediatamente se dio la vuelta sobre sus caros zapatos de tacón de aguja se fue dando zancadas, dejándome ahí parada viéndola partir con un ceño en mi semblante.

Suspiré y cabeceé. ¿En que maldito lío me había metido? Desde ahora en adelante iba a convertir mi vida en un infierno, y todavía me quedaban meses para terminar el curso. Aunque suponía que no importaba mucho; haría cualquier cosa con tal de proteger a Pedro, incluso, si fuese necesario, le besaría los pies durante los próximos meses. Todo acabaría bien, en cuanto se aburriese de jugar conmigo, las cosas se volverían a su cauce. Una pequeña parte dentro de mí sabía que no era totalmente cierto.

Cambié de postura los libros que tenía entre mis brazos, y me dirigí a donde sabía que me esperaba Amy. Cuando la vi apoyada contra las taquillas, mordiéndose con impaciencia las uñas, suspiré aliviada. Cuando llegué a su lado, dejé caer al suelo todos los libros de Erika, sin importarme que se desordenaran las hojas. Tiré de mi amiga y me abrace a ella, necesitando consuelo.

Le llevó unos segundos en componerse del aturdimiento y entonces me devolvió el abrazo.

"¿Qué ha pasado? " preguntó rápidamente.


Di un quejido y negué con la cabeza. "Te lo contaré en el coche. " No podía contarle nada estando todavía en el colegio, de ahora en adelante no tomaré más riesgos.

Ella asintió, frunciendo el ceño y me miró preocupada mientras se agachaba para recoger los libros del suelo.

"¿Por qué tienes los libros de Erika? " preguntó, frunciendo el ceño al libro de historia que mantenía en su mano y que llevaba el nombre escrito en la portada.

"Amy, hablaremos de ello en el coche" dije con un gemido, cerrando mis ojos y deseaba despertarme y que todo esto fuese una horrible pesadilla. Ella asintió y juntos nos dirigimos en silencio a su coche. Apenas me encontraba dentro del coche cuando ella se dio la vuelta hacía mi, queriendo obviamente una explicación.

Descansé mi cabeza en mis manos. "Mientras que estaba con Pedro en clase, Erika entró" expliqué, odiándome de nuevo por haber llevado esa estúpida falda y alentarlo.

¿Por qué no le frené? ¿Antes de dejarnos llevar, por qué ninguno de los dos pensó en cerrar la puerta con llave? Todo hubiese salido bien, si nos hubiésemos calmado un poco y separado el tiempo suficiente para cerrar la maldita puerta con llave!

Amy me miró con los ojos de par en par. "¿Qué es lo que estaban haciendo? " preguntó ella, su voz apenas superior a un susurro.

Gemí de nuevo. ¡Oh Díos, esto es tan malo! ¿Dónde estaba el gran agujero en donde meterme cuando lo necesitaba?

"A punto de consumirlo" admití.

Ella dio un grito ahogado. "Mierda, Paula. ¿Que vas a hacer ahora? ¡Ambos van a tener muchos problemas!Vas a ser expulsada, y a él lo despedirán... y, oh Díos mío, ¿y si lo mandan a la cárcel? "

Negué con la cabeza; jamás permitiría que sucediese. Si todo saliera a la luz diría que fui quien lo besé, y que el correspondió, ninguno de nosotros admitiríamos a nada más que a un beso. Lo más que pudiese pasar es que lo despidiesen. Nunca permitiría que fuese a la cárcel por mi culpa, jamás.

"He hecho algo verdaderamente estúpido" dije quejumbrosa, moviendo mi cabeza incrédula con el acuerdo sin fin que llegué con Erika.

"¿Qué? " preguntó Amy, agarrando mi mano apretándola con dulzura.

"He hecho un trato con el demonio. "

Condujo a casa a paso de tortuga, pero sinceramente estaba encantada que no condujese demasiado rápida, ya que apenas miraba la carretera. Le conté todo. Pedro y yo metiéndonos mano sobre la mesa, que Erika entró cuando estaba casi descamisado, le conté sobre los tratos y acuerdos que hice con ella. Durante todo el rato ella siguió conduciendo, mirándome con la boca abierta, conmocionada e incrédula.

Cuando aparcamos frente a mi casa, ella de pronto se volvió a mí. "¡Maldita sea, odio a Erika, maldita Dennison! ¿Sabes lo que deberíamos de hacer? ¡Deberíamos ir a su casa y secuestrar su gato y mandarle pequeñas notas de rescate! " refunfuño ella, dando con su mano un golpe sobre el volante.

Me reí de su disparatado plan. "¿Es que tiene un gato? " pregunté, moviendo la cabeza.

Amy frunció el ceño. "No lo sé" reconoció ella.

"Bien, encontraremos algo de ella para pedir rescate. ¿Quizás podríamos robar su teléfono móvil y enviar un montón de textos malintencionados a sus amigos? "

Puse los ojos en blanco. ¿En primer lugar, cómo nos podríamos apoderar de su teléfono? "Amy, vamos a tomarlo con calma y ver lo que pasa. Espero que después de un par de semanas se aburra de jugar conmigo y escoja a otra victima para torturar" sugerí, tratando convencerme también a mi misma.

Ella frunció el entrecejo, era obvio que no le gustaba la idea de aceptar su abuso. "La odio" aseguró ella.

Asentí y la volví a abrazar. "Yo también. Mira, es mejor que me vaya, antes de que llegue Pedro a recogerme, tengo que ir al baño"

Después de lo sucedido ¿aún vendría Pedro a buscarme? Me culparía de todo lo ocurrido, el pillarnos por haberme puesto la falda, si ahora no quiere nada conmigo? ¿Si él rompiese conmigo, sería capaz de superarlo? No creo que supiese afrontarlo muy bien. Seguramente ahora mismo estará muy cabreado conmigo por alentar que pasase. Posiblemente me odiase y no quisiera saber nada más de mí.

"Bien, si necesitas ayuda con sus deberes me llamas, ¿vale? " se ofreció, indicando los libros con la cabeza que estaban en el asiento trasero del coche.

Gemí frustrada. ¿Cómo demonios podría hacer esta noche sus deberes de inglés y historia, mis deberes y también ver a Pedro? ¡No existían suficientes horas en el día para llevar a cabo todo!

"Gracias Amy, eres la mejor amiga que cualquiera pudiese desear, ¿lo sabes verdad? " dije con efusión, gratitud en mi mirada.

Ella asintió, apartidándose de la cara una mecha de su largo cabello. "Lo sé. Tu también lo eres. "

Suspiré y salí del coche, entrando corriendo en casa. En cuanto estuve en la soledad de mi habitación, inmediatamente me quité la estúpida falda, tirándola enfadada a la basura. Me puse un chándal ancho y me senté en el borde de mi cama jugando con mi móvil. Pedro estaba a punto de llegar. ¿Me llamará para decirme que no le era posible venir o simplemente no se presentaría?

Tenia ganas de llorar. Todo esto era un desastre, decidirá que no merecía la pena arriesgar su carrera por una estúpida chica de instituto, y por seguro romperá la relación. Miré los libros de Erika, decidiendo comenzar con sus deberes de Inglés.

Me dejé caer sobre la cama y saqué mi iPod, poniéndome los auriculares y subí el volumen lo más alto posible que pude aguantar mientras leía lo que tenía que hacer. No estaba tan mal, afortunadamente ya había estudiado todo el semestre pasado, sus deberes están chupados. Tomé mi libreta y empecé a descomponer el poema, anotando todos los mensajes ocultos y prestando especial atención a los simbolismos, tal como se suponía debería hacer ella.

De pronto algo pesado se apretó contra mi espalda, estrujándome el estomago contra la cama. Me sobresalté y dejé escapar un grito, mientras intentaba levantarme, pero me estaban sujetando firmemente con sus pesos corporales. Pude sentir las vibraciones de risas, sus pechos resonaban contra mi espalda pero no pude escuchar nada por el volumen tan alto de la música que machacaba mis oídos.

Me revolví intentando sacármelo de encima, entrando en pánico, pero uno de los auriculares se me fue arrancado de la oreja y pude oír una risa familiar. Trague saliva y miré por encima de mi hombro, mi corazón volviendo al latido normal cuando me di cuenta que sólo era Pedro. Estaba sonriendo de oreja a oreja, mientras seguía tumbado encima de mí, apretándome contra la cama.


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Capitulo 38! espero que les guste!!
Gracias por leer! ♥


sábado, 26 de octubre de 2013

Capitulo 37




Al llegar la hora del almuerzo, me sentía muy hambrienta. Me había saltado el desayuno esa mañana porque el proceso de ‘elección de la falda’ me había tomado unos minutos extra. Tomé una bandeja y me puse en la fila.

Mientras estaba allí de pie eligiendo un sándwich, alguien vino y se puso junto a mí, un poco demasiado cerca para mi comodidad. Fruncí el ceño y me moví ligeramente hacia delante para conseguir un poco de espacio extra, pero la persona se movió para adelante también, presionando su costado contra mí. Con el ceño fruncido miré alrededor, sólo para descubrir la apuesta cara de Pedro. Tragué saliva y me esforcé en ocultar mi ridícula felicidad.

"Hola, señorita Chaves, ¿cómo estás hoy? " me preguntó sonriendo, probablemente porque sabía exactamente qué efecto provocaba en mis entrañas.

Me mordí el labio y vi que el señor Young estaba en la fila detrás de él.

"Estoy bien, gracias. ¿Cómo estás? "

De mala gana quité mis ojos de él y traté de elegir un sándwich, pero no podía estar quieta, de pie a su lado, el costado de su cuerpo presionando contra el mío.

"Estoy bien hoy. Esperando la noche, tengo algunos planes. ¿Tienes tú algo planeado para esta noche? " preguntó, ladeando la cabeza, fingiendo estar interesado mientras tomaba una botella de agua.

Me reí un poco incómoda.

"Eso depende de la cantidad de tareas que me asignen hoy. ¿Está usted pensando en darnos la lección completa hoy, señor Alfonso? " repliqué.

Elegí un sándwich al azar y me moví a lo largo de la fila, agarrando una bolsa de papas chips sin mirarlas. Se echó a reír y sacudió la cabeza para quitar el pelo de sus ojos, y yo traté de no mostrar ninguna reacción, a pesar de que ese pequeño movimiento hizo que mi corazón palpitara el doble.

"Si ustedes, chicos, terminan con todo en la clase, no debería ser demasiado malo", respondió él, agarrando su comida. Sonreí.

El señor Young comenzó a hablar con Pedro entonces, así que me escapé hacia la caja registradora para pagar. Estaba tomando un par de servilletas en la última mesa cuando Pedro se detuvo junto a mí otra vez. Gemí en voz baja. De hecho, me gustaría que se mantuviera lejos en las horas de clase, era una tortura ser capaz de hablar con él apropiadamente o simplemente tocarlo de alguna manera.

"Linda, ¿por qué compras un sándwich de ensalada de jamón? ", susurró, señalando con la cabeza hacia abajo a mi bandeja mientras tomaba algunas servilletas también. Fruncí el ceño y miré mi bandeja. ¿No lo había hecho, verdad? Leí la etiqueta y me estremecí, rechazándola instantáneamente.

Odiaba el jamón. Era su culpa por distraerme y hacerme sentir incómoda mientras yo estaba eligiendo. Se rió y puso su sándwich de queso en mi bandeja, tomando el mío de jamón en su lugar. Me guiñó un ojo y se fue antes de que yo pudiera abrir la boca para preguntarle qué estaba haciendo.

¡Por Dios, era tan dulce! Suspiré soñadoramente y lo vi esperar que el señor Young terminara de pagar su almuerzo antes de que los dos salieran de la cafetería. Me sentía como caminando por una nube cuando llegué a la mesa de almuerzo de mis amigos. Traté de concentrarme en lo que estaban diciendo, alguien estaba planeando una fiesta para dentro de un par de semanas, pero no pude pensar en otra cosa que en Pedro. Mi mente derivó hacia nuestro momento en el coche y apreté los muslos pensando en su boca en mi piel. Una docena de fantasías comenzaron a jugar en mi cabeza, las cosas que quería hacer con él o que él me hiciera. Poco más de siete meses, y entonces todo sería más fácil. Solo siete, yo podía hacerlo!

Sonó la campana y salté. Había comido solo la mitad de mi almuerzo porque había estado soñando despierta, así que tragué rápidamente el resto , siguiendo a mis amigos hasta los armarios para buscar los libros para el resto de la tarde.

Cuando llegó la hora de la clase de Pedro, yo estaba sonriendo como una idiota, lo mismo que de costumbre. Me reí a de cómo todas las chicas arreglaban su cabello, volvían a aplicarse maquillaje y se desabrochaban un poco las camisas antes de dirigirse a su salón de clases. Todavía había algunos rumores sobre él y la señorita Teller, pero otro rumor que había estado circulando recientemente era que Pedro era gay. Algunas de las animadoras lo habían comenzado cuando él ni se inmutó cuando estaban coqueteando con él en sus uniformes de porristas. No estaba segura si Pedro sabía o no de este rumor, supuse que no, porque no me había dicho nunca nada al respecto y yo de ninguna manera iba a lanzarle una bomba como esa.
Los rumores no impedían que las chicas coquetearan con él, sin embargo.

Algunos de sus intentos fueron lamentables. Casi sentía lástima por ellas cuando él solo se encogía de hombros o las ignoraba. No me sentía celosa. Pensé que lo estaría, viéndolas coquetear con mi novio, pero, por alguna razón, sabía que no tenía por qué sentir celos de ellas. Yo era a quien él quería, podría haber elegido a cualquier chica pero me había elegido a mí, así que no tenía por qué preocuparme porque una zorra tratara de hablar con él.

Cuando entré en el salón de clases, las luces estaban ya muy bajas y había un proyector colocado al frente. Fruncí el ceño y me senté al lado de Amy. Cuando me agaché para sacar algo de mi bolso, alguien chocó contra el respaldo de mi silla, haciendo que mi pecho golpeara el borde de la mesa y dejándome sin respiración.

Me volví molesta hacia la otra persona, sólo para ver a Erika Dennison y un par de chicas sonriendo cuando empujó de nuevo mi silla mientras se movía a lo largo de la fila detrás de mí. ¡Uf, qué bruja maldita!

"Oooops, qué mal", ronroneó Erika sarcásticamente.

No dije nada al respecto, sólo desvié la mirada. No necesitaba tener problemas con ella. Erika había tomado una instantánea aversión a Amy cuando recién comenzamos la escuela, y como nosotros éramos amigas, obviamente yo no le gustaba demasiado. Hizo que nuestro primer año de escuela fuera una miseria. A medida que fuimos creciendo, ella se volvió más y más bonita, y su buena apariencia aumentaba a la par de su maldad.

La odiaba con pasión, pero ella parecía estar fuera de nuestro camino este año, principalmente porque Amy y yo ignorábamos sus intentos diarios de molestarnos. De ninguna manera me iba a poner a mí misma en su radar nuevamente.

Encontré la mirada de Amy, y ella dijo silenciosamente ‘perra’, señalando con la cabeza, discretamente, en dirección de Erika. Yo sólo asentí con la cabeza y puse los ojos en blanco.

"Ahora, chicos y chicas, vamos a echar una mirada al desarrollo de la Serie Infinita y la historia de la teoría. Tendremos una breve visión global con el proyector, porque he encontrado estas diapositivas increíbles escondidas detrás del bloque de matemáticas, y todas ellas son imperdibles! " dijo pedro alegremente mientras se frotaba las manos emocionado.

Resistí el impulso de toser y llamarlo friki por lo bajo, y me limité a sonreír y sacar mis notas. ¿Cómo podía un tipo tan increíble sonar tan excitado por unos números? Eso no debía ser correcto. Tal vez debería estar un poco preocupada, me había enamorado de un empollón de las matemáticas. Me reí un poco en voz baja, y él mi miró levantado una ceja.

"¿Todo bien, señorita Chaves? " me preguntó.

Asentí con la cabeza rápidamente. "Absolutamente, esperando con ansias aprender acerca de la serie infiel", respondí.

Se echó a reír sacudiendo la cabeza.

"La serie infinita, no infiel".

Me reí también. "Oh. Voy a callarme y dejar que continúe con la clase", declaré, sonriéndole.

Él asintió con la cabeza, sonriendo hacia mí. "Creo que sería lo mejor".

Me reí en voz baja y tomé la notebook mientras él encendía el proyector, con el aspecto de un niño en una tienda de caramelos. No comenzó demasiado mal, aprendimos de un tipo en la India, en el siglo XIV quien por primera vez formuló la teoría. Pero cuanto más avanzaba, más pérdida me sentía. Tan pronto cifras y símbolos comenzaron a aparecer en la pantalla, mi cerebro parecía simplemente negarse a entender. No tenía nada que ver con la manera en que enseñaba Pedro en absoluto, era sobre mí y mi incapacidad para entender los temas de matemáticas. Simplemente no tenía el hemisferio derecho para este tipo de cosas, lo mismo que para la ciencia. Yo era más el tipo de chica de Idiomas y Arte. No me molestaba no entender este tipo de cosas, siempre y cuando me graduara y después nunca miraría una ecuación de nuevo. Bueno, a menos que Pedro las indicara o algo para sus clases mientras yo estuviera con él. Tan pronto como pensé eso, mi cerebro derivó hacia nosotros los años venideros…él corrigiendo los trabajos de sus estudiantes mientras yo andaba alrededor observándolo.

Suspiré soñadoramente y me di cuenta que el proyector estaba apagado y él hablaba de nuevo. Tragué saliva y traté de concentrarme en sus palabras, en lugar de la forma en que movía las manos cuando hablaba o cómo se veía su trasero en los pantalones vaqueros cuando estaba escribiendo en la pizarra. Hmmm, tal vez era su culpa que yo tuviera un problema con su clase. Claramente no podía concentrarme con él a mi lado.
Nos puso un trabajo para que lo comenzáramos, y lo que no hubiéramos hecho lo terminaríamos como tarea. Fruncí el ceño y atraje el libro de texto hacia mí, tratando de leer más, pero fracasando miserablemente. Estaba bastante segura de haber leído el mismo párrafo cuatro veces, y todavía se veía como si hubiera sido escrito en un idioma extranjero.
Pedro se detuvo junto a mí, poniendo su mano en la mesa, junto a la mía, la punta de sus dedos tocando los míos.

"¿Todo bien? Puedo explicarlo de nuevo", ofreció en voz baja.

Negué con la cabeza. "Está bien. Lo leeré más tarde, y si tengo algún problema lo haré saber", respondí ruborizada, en realidad no quería esa atención especial delante de los demás.

"Bien, sabes que estoy siempre aquí para usted, señorita Chaves".

Me sonrió, dándole un doble significado. Sonreí y asentí con la cabeza, sin atreverme a mirarlo a los ojos porque sabía que me iba a sonrojar. Por suerte alguien le solicitó ayuda, así que no hice de mí misma una tonta, para variar.

Cuando sonó la campana todo el mundo se levantó, guardando sus libros. Ya había metido el mío en el bolso, a punto de seguir a Amy, cuando Pedro me llamó.

"Señorita Chaves, cree que podría tener unas palabras con usted? "

Amy me sonrió. "Te espero en las taquillas", sugirió.

"De acuerdo, gracias". Le sonreí con gratitud.

Pedro generalmente no me detenía después de clase, por lo que era probable que quisiera hablar de la noche. De repente empezó a preocuparme que fuera a cancelar o algo. No lo había visto apropiadamente desde el lunes, así que realmente esperaba que no lo hiciera.

Amy se fue y cerró la puerta detrás de ella, así que me volví hacia Pedro que estaba ordenando papeles.

"¿Qué pasa? ", le pregunte, dirigiéndome hacia él, encaramándome en el borde de su escritorio y cruzando los tobillos.

Suspiró, dando un paso hacia mí. "Maldita sea, esas piernas han estado rondando mi mente todo el día", murmuró, pasando una mano por encima de mi cadera hasta llegar a la parte inferior de la falda, sus dedos cosquilleando sobre la piel justo por encima de mi rodilla. Tragué saliva y aferré su camisa, acercándolo aún más a mí.

"Bien, pensamientos de tu boca sobre mis piernas han estado rondando mi mente todo el día", contesté, mi voz apenas más alta que un susurro porque estaba emocionada por su contacto.

Sonrió y se apretó contra mí, su cara a pulgadas de la mía.

"Eres muy sexy para las palabras, ricura", gimió.
Sus ojos recorrieron mis labios por una fracción de segundo, haciéndome jadear mientras todo mi cuerpo se volvía piel de gallina. Sonrió y tomó mi cara con una de sus manos, rozando mi nariz con la suya.

¿Pero qué diablos le pasaba hoy? En primer lugar en el coche, ¿y ahora estaba haciendo esto en la escuela? Me había besado un par de veces en la escuela, pero excepto unas pocas indiscreciones, nos habíamos esforzado por mantener nuestra relación fuera de los terrenos de la escuela.

"Mi mamá me llamó luego del almuerzo", susurró mientras mordisqueaba ligeramente mis labios. ¿Su mamá? Genial, definitivamente estaba cancelando lo de esta noche, a juzgar por el comienzo de la conversación. Su mamá probablemente le pediría que hiciera algo por ella, o algo por el estilo.

Fruncí el ceño y apreté los labios a la vez, por lo que su mano se trasladó a mi nuca, sus dedos enredándose en mi pelo. Se retiró después de unos segundos y llevó su frente junto a la mía, y yo nada más esperaba que me arrebatara esta noche y me dijera que terminaría por verme el sábado en su lugar.

"Ella está planeando una cena sorpresa para mi papá el sábado por la noche. Es su aniversario, y quiere una cena en familia", murmuró, besándome otra vez.

Asentí, sin romper el beso. Así que me estaba dejando fuera el sábado, en vez de esta noche. Agarré los lados de su camisa, presionando mi cuerpo contra el suyo. Se apartó para dejarnos respirar, yo sonreí.

"Está bien, pero aún así te veré el domingo, ¿no? No vas a cancelar los dos días, ¿verdad? ", le pregunté, tratando de no poner mala cara porque me faltaría un día de su compañía. Hmm, tal vez debiera cancelar con Jaxon mañana, así podríamos pasar el rato en su lugar.

Él se rio en voz baja. "No me dejaste terminar", bromeó, besando la punta de mi nariz. "Mamá quiere que tú vayas también".

Tragué saliva. De repente me sentí entusiasmada y aterrada a la vez. Le había dicho a sus padres todo; que era su alumna, que estábamos saliendo. Al parecer, les había dicho todo cuando primero rompimos, porque seguían preguntando por mí todo el tiempo. No parecía importarles en lo más mínimo, según Pedro, sino que sólo les gustaba verlo feliz. Yo sólo los había visto una vez, en la boda de su hermana, y me habían parecido realmente agradables. Tenían que ser grandes personas si tenían dos chicos tan increíbles como Pedro y Jaxon.

Por lo que había oído hablar de Luciana, ella era agradable también, pero sólo había hablado con ella durante unos minutos el día de su boda, así que realmente no sabía mucho de ella después de todo.

Miré a Pedro un poco insegura de qué decir. Me parecía un poco extraño ser llevada a su casa a conocer a su familia cuando no tenía ninguna posibilidad de hacer lo mismo con él, al menos por algunos meses.

"¿En serio? ", murmuré.

El sonrió para tranquilizarme. "Ella va a reservar en algún restaurante un poco fuera de la ciudad para que nadie nos vea juntos. Será solo nosotros, mi padres, mi hermana y su marido y Jaxon. Vas a estar bien. Si quieres, tomaré tu mano toda la noche para darte apoyo moral", me ofreció, levantando una ceja, pareciendo tan excitante que me dejó sin aliento.

"Sería un poco raro cuando quiera cortar mi comida", bromeé, haciéndole reír. "Pedro, ¿realmente ellos me quieren allí? "

Él sonrió y me besó de nuevo suavemente. "Por supuesto que sí, linda. Eres mi chica. Vamos en el mismo paquete ahora tú y yo".

Sus ojos estaban fijos en los míos, y me di cuenta de cuánto significaba para él esa cena familiar. Deseché todos mis nervios y asentí con la cabeza, mordiéndome el labio.

"Está bien, claro que me encantaría encontrarme con tu familia de nuevo", le dije, tratando de no mostrar cuán atemorizante me resultaba. No era sólo que me daba miedo conocer a su familia, sino que era un poco raro. Sabían que era menor de edad y su alumna, y sin embargo todavía querían que saliera con ellos para la cena de aniversario.

Me sonrió felizmente antes de besarme de nuevo. Envolví mis brazos alrededor de su cuello y no lo dejé apartarse esta vez. Cuando su lengua rozó mi labio inferior, ansiosamente le di acceso y presioné todo mi cuerpo estrechamente contra él. Gimió con el fondo de su garganta, y antes de que supiera lo que sucedía, me empujó contra la pared, con las manos corriendo por mi cuerpo mientras me besaba desesperadamente.

Todo mi cuerpo se sentía como si me hubiera muerto e ido al cielo, mientras él subía mi falda ligeramente, masajeando con las manos mis muslos desnudos. Di un grito ahogado y besó mi cuello, mordiendo suavemente la piel antes de regresar a mi boca. El beso fue tan ardiente que mis rodillas se sentían débiles. Me apretó contra la pared más fuerte mientras levantaba mis pies del suelo, guiando mis piernas alrededor de su cintura y me besaba como si pudiera devorar mi alma.

No me había besado así durante mucho tiempo. Parecía que había perdido por completo toda su moderación. Este era el tipo de cosas que él no permitía en absoluto que pasara, no obstante lo mucho que le rogase. Mi corazón estaba latiendo como loco, y una pequeña parte de mí sabía que debíamos detenernos. Él se arrepentiría de esto si lo dejaba seguir adelante… pero no podía hallar las palabras para detenerlo. Necesitaba esto, ambos lo necesitábamos, de otra manera acabaríamos enloqueciendo.

Enterré mis manos en su pelo y quité mi boca de la suya para poder respirar, pero sus labios no dejaron mi piel, viajaron por mi cuello dejando una estela ardiente a su paso. Gemí su nombre y nos apartamos de la pared, volviendo a su escritorio de nuevo. Me puso por encima de los papeles que estaba corrigiendo antes. Me sujeté a él con fuerza mientras se echaba ligeramente hacia atrás. Abrió la boca para hablar y sentí que mi corazón se hundía. Había recuperado la compostura de nuevo y me iba a decir que teníamos que parar.

Sus ojos estaban tan emocionados que contuve la respiración. Podía sentir su cuerpo apretado contra el mío, y sabía que físicamente él no quería parar, podía sentir la evidencia de ello.

"Te amo, Pau ", susurró, besándome de nuevo.

Sus manos recorrían mi cuerpo otra vez, una deslizándose bajo mi camisa, la otra agarrando mi trasero mientras presionaba su entrepierna contra la mía.

Espera, ¿no se detiene? Sentí crecer la felicidad de que sus manos estuvieran por fin en mí después de cinco largas semanas de jugar a la indiferencia . Mis dedos temblaban cuando comencé con los botones de su camisa, empujándola fuera de sus hombros mientras le besaba el pecho.

De repente oí un grito.

"¡Oh, Dios mío! " gimió una voz de chica.

Tragué saliva, y Pedro y yo nos volvimos para ver a Erika Dennison de pie en la puerta, su boca abierta en estado de shock, mirándonos atacarnos uno al otro sobre el escritorio como una pareja de animales.


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Que capitulito eh! jajaja!
Espero que les haya gustado!
Gracias por leer! ♥


viernes, 25 de octubre de 2013

Capitulo 36



En la mañana del jueves Pedro me llevó a la escuela. Lo había estado haciendo todos los días durante las últimas cinco semanas; le había dado a la señorita Teller la excusa de que necesitaba llevar a su mamá a trabajar y por eso no podía acercarla más.

Todavía la llevaba a su casa, pero las mañanas eran mías, al menos por los quince minutos de viaje, en cualquier caso. Todos los días me recogían y luego me dejaba al final de la calle de la escuela, así que podíamos pasar unos minutos juntos antes de comenzar el día de clase. Cuando subí a su coche, se estremeció y me miró suplicante.

"Linda, por favor, deja de usar faldas en la escuela ", rogó, con los ojos recorriendo mis piernas, una expresión de dolor en su rostro.

Me reí y rodé los ojos. Casi nunca llevaba faldas, pero lo hacía en los días en los que sabía que lo vería después de la escuela, en la esperanza de que podría ser capaz de seducirlo un poco más de lo normal. No era que hubiera funcionado, pero nunca se sabe, tal vez un día la visión de un poco de piel lo empujara más al borde.

" Oh, déjalo, Pedro. Me pondré lo que quiera", le contesté, sonriendo con la mirada.

Él suspiró y encendió el coche, con las manos apretando el volante un poco demasiado para que fuera cómodo. Me esforcé en no ruborizarme cuando lo sorprendí, varias veces, mirando furtivamente mis piernas. Me reí, ni siquiera era una falda de zorra. Era sólo una falda de mezclilla, cortada un poco por encima de la rodilla. En realidad era bastante respetable, en mi opinión.

"¿Aún vas a salir con Jaxon mañana en la noche? ", preguntó Pedro.

Asentí con la cabeza.

"Sip", le contesté, marcando la ‘p’.

Casi pude oírlo poner los ojos en blanco, pero mantuvo su mirada firmemente en la carretera.

"¿Dónde te lleva esta vez? ", preguntó.

Me reí y puse mi mano sobre su pierna, apretándole la rodilla ligeramente y haciendo que sus manos apretaran el volante aún más.

"Deja de comportarte como un bebé porque salgo con tu hermano pequeño. Somos amigos, y aunque tú no me crees cuando te lo digo, no pasamos toda la noche chusmeando sobre ti", le dije, luchando por no sonreír.

Pedro odiaba el hecho de que me llevara bien con su hermano y que saliera con él una noche de viernes. No era que estuviera celoso de Jaxon ni nada por el estilo, sino que pensaba que su hermano me estaba contando secretos y cosas de su infancia, disminuyéndolo todo el tiempo. Por supuesto, no ayudaba que Jaxon le dijera que hacía eso, sólo para hacerlo sentir paranoico.

Me sonrió de lado. "Oh, linda, sé que lo haces porque no puedes evitar pensar y hablar de mí todo el tiempo".

Me eché a reír y me incliné sobre el asiento, luchando con el cinturón de seguridad para poder plantarle un beso en la mejilla.

"En realidad, sí lo hacemos, pero no quiero que te preocupes por lo que me diga. Eras un chico muy divertido, y lo que hiciste con la planta de interior de tu madre…"

Me interrumpí, riendo. Su rostro giró bruscamente hacia mí, con una expresión conmocionada, pareciendo que había olvidado por completo que estaba conduciendo.

"¡Mira el camino! " le ordené, riendo incontrolablemente.

Esa era una de las muy pocas cosas que Jaxon me había dicho, pero en realidad no hablábamos mucho sobre Pedro, después de todo. Generalmente hablábamos de la escuela, de sus conquistas pasadas o sus fracasos, o sólo mirábamos una película. Nunca había pasado nada excitante.

Pedro frunció el ceño y miró de nuevo a la carretera.

"Pau, no creo que debas pasar más tiempo con mi hermano, él es una mala influencia para ti", dijo, sonando un poco malhumorado al respecto.

"Psss, lo que sea", le contesté, moviendo desdeñosamente la mano.

Gimió y me miró derrotado, pero con una pequeña sonrisa tironeando las comisuras de su boca. Creo que le gustaba cuando lo enfrentaba y le decía que no, no estoy segura de por qué, pero casi parecía un poco orgulloso de mí, o algo así.

Llegamos al final de la calle de la escuela y estacionamos detrás de la pequeña tienda que había en la esquina, para que yo pudiera caminar el resto del trayecto. Sus ojos recorrieron mis piernas otra vez cuando apagó el motor.

"Realmente estoy odiando esa falda", gimió, sacudiendo la cabeza.

Puse mala cara. "¿De verdad? ¿Y si me la quito? "pregunté, llevando mis manos al botón del frente como para abrirlo.

"¡Vaya mierda! ¡No! " casi gritó cuando sus manos fueron hacia mí, empujando mis manos contra mi estómago. "Paula, por favor…¿Sabes lo difícil que es para mí? Ha pasado mucho tiempo desde que…y yo… yo solo…hombre, esta falda, es sólo que…" Se interrumpió y besó un lado de mi cuello, provocando un cosquilleo por todo mi cuerpo. Gemí ante la sensación de sus labios en mi piel e incliné mi cabeza hacia un costado mientras me mordía el cuello suavemente. "Quiero darte un chupetón", murmuró.

Sonreí y asentí con la cabeza. ¡Me encantaría! Como un pequeño distintivo de Pedro que yo podría usar por unos pocos días. Nadie sabía que yo estaba saliendo con alguien, así que sería bueno tener conmigo una especie de recordatorio de él por un rato.

"Está bien", reí, retorciendo mis manos para liberarlas y envolverlas alrededor de su cuello. Me volví en mi asiento, enfrentándolo.

Me sonrió mientras empujaba el cierre de mi cinturón de seguridad para liberarme de las ataduras. Tenía un brillo perverso en los ojos, que yo no acababa de entender.

"Realmente no puedo, la gente lo verá y hará preguntas al respecto", susurró, atrayéndome más cerca mientras se movía en su asiento ligeramente.

Pude notarme poniendo mala cara; él sonrió y besó mi labio inferior, introduciéndolo en su boca, antes de mordisquearlo y hacerme gemir sin aliento.

"No importa, mentiré", susurré, aferrando su nuca con mi mano y guiando su boca a mi cuello otra vez.

Rió contra mi piel, su aliento caliente me puso la piel de gallina.

"¿Qué tal si hago uno donde nadie lo pueda ver? " propuso.

Su boca viajó un poco más abajo, su nariz rozando mi clavícula. Di un grito ahogado mientras me apretaba contra su pecho, antes de tumbarme sobre los asientos y situarse encima de mí. Cuando no respondí, me apretó la cintura suavemente, como una sugerencia.

Asentí con la cabeza. "Sí, donde quieras" contesté atragantándome con la voz ronca.

Me sonrió con malicia. Di un grito ahogado al sentir su mano deslizándose por mi pantorrilla, dirigiéndose más arriba, hasta que llegó al borde de mi falda. Cuando su mano no se detuvo allí, clavé mis dedos en su espalda y me mordí el labio. Su mano rozó mi trasero, sólo una vez, dejando un rastro de calor que quemó mi piel. Todo el tiempo estuvo mirando mis ojos, su respiración superficial, su cuerpo tenso.

Y entonces se alejó de mí. Estaba a punto de protestar y alcanzarlo para atraerlo hacia mí, cuando lo sentí empujar mi falda hasta mis caderas. Tragó saliva con fuerza, con los ojos apretados, y sus hombros se pusieron rígidos. Yo sólo lo observaba, incapaz de respirar, incapaz de moverme, mientras él me miraba.

¿Qué demonios se había metido en él? Abrí la boca para preguntarlo, pero él llevó mi pierna a un lado, se inclinó hacia delante y presionó sus labios en el interior de mi muslo.

Jadeé y me incorporé a medias para poder ver lo que estaba haciendo, cuando lo sentí chupar fuertemente en mi piel. Estallé en pequeñas risitas, su mano apretaba mi muslo y sus ojos se encontraron con los míos mientras chupaba un poco más fuerte. Después de unos segundos lo dio por hecho, se apartó y lo miró, asintiendo con satisfacción. Se movió como flotando encima de mí otra vez, con una sexy sonrisa en los labios, que me hizo enrojecer como loca.

"Hazlo en la otra pierna también", susurré, envolviendo mis brazos alrededor de su cuello.

Sonrió y negó con la cabeza, besándome suavemente. "Lo haré en la otra pierna mañana. Con una condición", negoció.

Envolví mis piernas alrededor de su cintura y tiré de él más cerca de mí. Esto era sin duda lo más caliente que me había sucedido en mucho tiempo, sin embargo, aún quería más.

"¿Cuál es esa condición? ", pregunté, apretando mis piernas alrededor de él con más fuerza. Me besó de nuevo durante un minuto antes de responder.

Sus manos seguían sujetando firmemente la parte superior de mis muslos, acariciando con un dedo el borde de las bragas que yo llevaba.

"Deja de llevar estas malditas faldas a la escuela", susurró en mi oído, mordiendo suavemente el lóbulo de mi oreja. Me eché a reír, y él se retiró para mirarme.

"Como que me gusta usarlas. Si no las llevara hoy, es claro que esto no habría pasado".

Moví las piernas un poco, frotando mi pantorrilla sobre su trasero.
Negó con la cabeza, con una sonrisa en su rostro que me demostraba que él odiaba y amaba la falda al mismo tiempo. Si no fuera su alumna y no fuera menor de edad, ¡apuesto que me pedía que viviera con esta falda!

"¡Fuera de mi coche, señorita Chaves! ", gruñó, deslizando su nariz por mi mejilla. Suspiré dramáticamente.

"Está bien. Nos vemos más tarde, señor Alfonso".

Suspiró y se incorporó moviéndose para que yo pudiera desenvolver mis piernas de su cintura. Alcanzó mi bolso del asiento trasero y me lo ofreció. Lo tomé y le sonreí con gratitud, tirando de mi falda mientras saltaba del coche. Le sonreí y cerré la puerta, tirando mi bolsa por encima del hombro. Estaba a punto de empezar a caminar, cuando la ventana del pasajero se abrió.

"Te amo, Pau. Quedan cerca de siete meses ahora", me dijo.

Sonreí y me mordí el labio mientras asentía.

"Lo sé. yo también Te Amo".

Él, sonriendo, arrancó el coche. "Es mejor que te pongas en marcha. Si llegas tarde tendrás castigo". Me guiñó un ojo y retrocedió del lugar, dejándome riendo y poniendo los ojos en blanco.

Me dirigí a la escuela, divisando inmediatamente a Amy haciéndolo con Ryan contra su casillero.

Sonreí mientras silenciosamente abría el mío y sacaba los libros que necesitaba para la mañana, tratando de no molestarlos. Ellos lo estaban llevando grandiosamente las últimas cinco semanas. Se estaban poniendo bastante serios también, él se reunía con ella y la acompañaba a las clases, y llevaba sus libros. Era dulce. Ella estaba feliz al respecto, y también me hacía feliz verla con el hombre de sus sueños.

El único que seguía soltero era Nico. Eché un vistazo por el pasillo y lo vi de pie con un grupo de chicos y chicas. Encajaba con todos, así, fácilmente, era un tipo encantador y yo sabía que gustaba a un montón de chicas. Él nunca parecía molestarse por ninguna de ellas. Yo sólo necesitaba encontrarle una buena chica que cuidara de él y lo apreciara, porque honestamente Nico era increíble. Me dirigí hacia él y hundí el dedo en sus costillas, haciéndolo saltar. Se echó a reír y puso el brazo alrededor de mis hombros, introduciéndome en el grupo mientras reanudaban la conversación sobre la tarea de biología, haciéndome desear haberme pegado a Amy y Ryan en lugar de eso.

Finalmente, después de escucharlos hablar durante lo que parecieron horas sobre la disección del cerebro de una oveja, sonó la campana, salvándome de vomitar mi desayuno.

Amy y Ryan se acercaron a mi, tomados de la mano, y de repente me sentí un poco celosa de ella. Claro que tenía a Pedro  y todo, pero nunca podíamos caminar tomados de la mano como ellos, y realmente era un poco triste. No podríamos hacerlo por un largo tiempo, incluso después de que hubiera dejado la escuela las cosas seguirían un poco tensas algún tiempo. Alejé los celos pensando en el pequeño momento caliente entre nosotros en el coche. Lo vería esa noche también. Siempre llevaba a Carolina a su casa, luego vendría derecho a recogerme a mí. Hmm , tal vez pudiera convencerlo de que me diera un chupetón en la otra pierna esta noche, en lugar de tener que esperar hasta mañana.

Entonces recordé que ni siquiera lo vería mañana, vería a Jaxon. Esa fue probablemente la razón porque lo dijo; probablemente estaba pensando que yo estaría tan ansiosa por ello que cancelaría la salida con su hermano. Muy astuto, pedro, muy astuto. Sonreí para mis adentros y me arrastré detrás de la amante pareja, sintiendo náuseas cuando se dieron besos de despedida en el vestuario del gimnasio. Cuando Ryan salió corriendo para su clase, Amy se volvió hacia mí con una expresión soñadora en su cara que me hizo poner los ojos en blanco y sonreír mientras enlazaba mi brazo con el de ella, arrastrándola para cambiarnos por la ropa de gimnasia.

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Capitulo 36!!
espero que les guste!! 
Gracias por leer! ♥