jueves, 17 de octubre de 2013

Capitulo 29




Sintiéndome algo indispuesta por los nervios, bajé del carruaje siguiendo a Amy y Nico. ¿Y si me cayese en medio del bosque, me lastimara y nadie se diera cuenta? ¿Y si permaneciese, durante horas, tirada ahí, pidiendo auxilio? Sabia que estaba siendo algo patética, pero eran los tipos de cosas que me pasaban.

Mientras íbamos bajando nos llevaron a los monos que estaban ahí apilados. Agarre uno de mi talla y me lo puse, sintiendo como mi corazón se hundía a cada segundo. Esto no era mi plan ideal para pasar una tarde de sábado.

Por favor, por favor, por favor que salga de esto ilesa.

Nos entregaron a cada uno de nosotros, un casco, una pistola y un paquete de pelotas de pintura de repuesto. El instructor empezó a enumerar las reglas, como recargar la pistola, donde estaban posicionadas las banderas, que hacer si resultabas herido, y un sin fín de cosas en las que no estaba muy interesada. En estos momentos preferiría estar en cualquier otro lugar que aquí, especialmente cuando al levantar la vista veía a Pedro y a Miss Teller justo de pié delante de ella, escuchando al tipo. Se los veía como la pareja perfecta, se los veía tan bien juntos y, eso me hacía sentir aún peor.

Me encontraba ahí de pié, observando discretamente a Miss Teller como ponía su mano sobre el brazo de él, sonriendo seductoramente. Dentro de mi, me sentí morir. Ella se reía sobre algo que él había dicho, bueno a decir la verdad, se reía tontamente.

Inmediatamente me visioné a mi misma yendo hacía donde estaban ellos, agarrarla de su perfecto pelo rubio natural, y hundir su bonita cara en el charco embarrado a sus pies. Suspiré. ¿Por qué estaba aquí? Debería de haber dicho que no. En el transcurso del día acabaré dañada, entonces por que me prestaba a esto, sabiendo que la pareja mas reciente y caliente también estaría hoy aquí, juntos. Una cosa era escuchar en el colegio sobre la relación y tener conocimiento de lo que estaba pasando, pero verlo en persona me estaba destrozando el corazón.

¿Por qué no era capaz de olvidarlo? ¿De todas forma, que tenía de especial? De acuerdo era extremadamente ardiente, pero no estaba muy interesada en eso. Él era inteligente y gracioso, dulce y considerado.... pero era un profesor! Debería dejar de mirarlo de esta forma. Lo que necesito es echar mano a cualquier otro y besarlo hasta la inconsciencia y esperar sentir mariposas en el estomago como las sentí al besar a Pedro. Quizás Oliver no fuese la persona adecuada, si quizás lo intentase con otro entonces sentiría algo, alguna cosa, solo para que  se fuera el dolor y hacerme sentir mejor.

Durante las últimas dos semanas Pedro y yo nos llevábamos tan bien que se me olvido el hecho de que estaba cortejando a otra, pero verlo era una tortura. Habían pasado más de seis semanas desde que rompimos, pero seguía sin poder olvidarlo. Posiblemente rayaba a la obsesión. Quizás debería ir a terapia o algo parecido.

Miss Teller echó su largo, perfectos rizos sobre el hombro y riendo dio a Pedro una palmada en el brazo. Él sonrió y movió su cabeza. Yo fruncí el ceño. ¿Que le estará diciendo para hacerlo reír de esa manera? No es tan malditamente gracioso! Ambos se giraron y miraron al tipo que estaba delante del grupo, yo miraba mientras que ella se aproximaba a él un poco mas, provocando que inconscientemente se apretasen mis puños. Necesitaba desesperadamente darle un puñetazo a alguien, alguien rubio.

"Aterriza,Paula." Amy rió, dándome suavemente un codazo en las costillas.

Me sobresalté y la miré. "¿Qué? " pregunté, sonrojándome. Díos, si la gente supiese en lo que estaba pensando!

"Te encontrabas de nuevo en tu pequeño mundo. El instructor ha dicho que comprobemos nuestras pistolas. Sólo aprieta el gatillo y si sientes que esta demasiado fuerte al apretarlo te lo ajustan antes de que empiece el juego" explicó ella, poniendo los ojos en blanco, bombeando el gatillo.

Sin lugar a dudas ella sabía que estaba otra vez soñando despierta con Pedro, siempre lo sabía, maldita mejor amiga psíquica.

"Vale" murmuré. Alcé la pistola y apreté el gatillo. En vez de piñonear como lo estaba haciendo Amy, mi pistola de alguna forma dio un tirón en mi mano.

“Ouch! ¿Qué demonios?” gritó Pedro delante de mí.

Levanté la vista y pude ver que tenía sobre el hombro una gran salpicadura de pintura naranja. Oh, Díos mío, lo había hecho yo? Me quedé mirando estupefacta la salpicadura.

"Deberías haber puesto el seguro! " El instructor gritó enfadado, mirándome con ferocidad.

¿Qué? Poner el seguro, ¿Y dónde diablos está eso?

"Nadie me dijo nada de poner el seguro! Simplemente lo apreté! " Di un grito ahogado, aún conmocionada de haberle disparado a pedro en el brazo. Aunque intentaban disimular, pude oír a todo el mundo alrededor mío riéndose suavemente.

Miré a Pedro, pidiéndole disculpas con la mirada. Miss Teller estaba pululando sobre él con aparente preocupación, pero él me estaba mirando directamente con una pequeña sonrisa tirando de la comisura de su boca.

"Lo siento, salió disparado sin querer. No sabía que tenía que poner el seguro" me disculpé, terriblemente sonrojada.

Él movió la cabeza y puso los ojos en blanco. "No sé preocupe, los accidentes ocurren. "

Me giré de nuevo hacía el tipo que estaba delante del grupo y que ya había dejado de mirarme con ferocidad, como si fuese un asesino en serie. Estábamos discutiendo y tramando que hacer cuando nos apoderábamos de la bandera del oponente y también como proceder cuando nos disparaban. Teníamos tres bandas amarillas atadas en nuestro brazo, y cuando te disparaban te quitabas una banda antes de continuar con el juego.

Aparentemente al llegar al lugar, ya nos habían dividido en dos equipos, por eso algunos de nosotros llevaba monos negros y los otros verde. Miré a mi alrededor para ver quien estaba en mi equipo; por suerte mía; tenía conmigo a Amy y Nico. Me di cuenta que Pedro y Miss Teller estaban en el equipo negro. Hice un mohín. ¿Por qué no los había separado el tipo estúpido?

Cuando finalmente acabamos, Nico y Amy fueron a que le apretasen un poco más el gatillo, por lo tanto recogí mi casco, girándolo entre mis manos mientras que me encaminaba hacía la posición de salida. Mientras caminaba algo me golpeo fuertemente en el culo. Al sentir el repentino dolor pegué un grito y me di la vuelta rápidamente para ver lo que me había golpeado. Me froté la zona lastimada con una mueca de dolor. Algo mojado resbalaba entre mis dedos. Fruncí el ceño y me miré el trasero, percatándome que me cubría, pintura azul cielo, el culo y mi mano.

Una risita suave me llamó la atención, así qué levanté la vista y vi a Pedro con una sonrisa de satisfacción en su cara.

"Perdón, se me disparó. " Se rió a carcajadas, encogiéndose de hombros.

Oh, Díos bendito,¿me acaba de disparar a propósito?

"Eres un maldito niño! " grité, riendo.

Se me acerco y me sonrió con esa sonrisa de niño que me gustaba tanto. Todos los demás ya se dispersaron, se escondieron o iban camino al punto de salida, por lo tanto estábamos solos.

"¿Te la debía? " susurró en mi oído, haciéndome temblar un poco.

"Te sientes satisfecho! Yo lo hice sin querer" respondí entrecortadamente.

Podía oler su perfume y su champú. Díos mío, hoy huele extraordinariamente bien. Se me había olvidado lo embriagador que resultaba ser cuando estaba tan cerca. Mi corazón se desbocaba dentro de mi pecho; estaba latiendo tan fuerte que me resultaba extraño que no lo oyese.

"Oh, tu te lo buscaste, monada" él retó, riendo mientras se retiraba y corría hacía el bosque dejándome sola.

¿Que demonios estaba haciendo? Él estaba con otra persona, sin embargo elige hoy para llamarme de nuevo monada? No me ha vuelto a llamar así desde hace un mes y de pronto lo dice como si nada?

Me encaminé al punto de salida, encontrando a mi equipo reunido y planificando.

"¿Dónde estabas? " preguntó Nico. Sus ojos se posaron en mi culo. "¿Ya has sido disparada? Si ni siguiera hemos comenzado! " Se rió, moviendo la cabeza.

"Lo sé, lo sé. Soy un peso muerto para el equipo, así que no contés conmigo para ayudar o para cualquier otra cosa" dije poniendo los ojos en blanco.

Presté atención a sus planes. Nos repartiríamos en parejas e intentaremos acercarnos a la bandera lo más cerca posible. Cuando lleguemos , uno de los dos disparará y cubrirá al otro, y así poder permitirle correr y capturar la bandera. Escuchar a los chicos hablar sobre la estrategia, sonaba increíblemente sencillo, pero sabía que en realidad no era así.

"Bien, Paula tu vas conmigo. " Sonrió Nico.

Oh no, eso significaba que me haría correr y jugar en serio, y poner todo en el asador y cosas así! ¿Porqué no podía estar emparejada con otro chica que no se tomara este juego tan en serio?

" ¿Por qué no puedo esta emparejada con Amy? " Gemí cuando me agarró del mono y me acercó a él.

Sonrió y apuntó con la cabeza en dirección a Amy. Ella estaba hablando con Ryan, coqueteando descaradamente, y visto lo visto, lo estaba haciendo muy bien.

Definitivamente él estaba muy interesado. "Porque, bajo petición de Amy, esta emparejada con Ryan" explicó Nico, agitando las cejas. "¿Te resulta tan malo estar emparejada conmigo? " Bromeo guasón.

Sonreí y asentí con la cabeza. " ¡Jo, si, me vas a hacer correr y otras cosas, ya sabes lo que pasa cuando intento jugar. Me lastimo! " Me estremecí y le mostré mi cara de perro degollado.

"Muy bien, lo tomaremos con calma, y te dejo que me cubras cuando tengamos que recoger la bandera, ¿qué te parece? " se ofreció.

Sonreí agradecida y estaba por abrir la boca para darle las gracias, cuando un agudo sonido de una bocina estalló en el aire, comunicando el comienzo del juego.

Nico agarró mi mano y salimos corriendo a través del bosque, ambos derrapando con nuestros pesados cascos. Realmente era divertido esconderse detrás de los árboles, saliendo de detrás de ellos e intentando disparar a la gente. Aunque no era muy buena. Gasté dos de mis tres vidas en una hora. A Nico no le dispararon ni una sola vez. Hice una mueca de dolor y me froté el estómago, donde, escasos diez minutos antes, la última bala me golpeo.

De pronto Nico se detuvo, provocando que me chocara contra él.

"Oh, maldita sea" murmuré, mientras que mi nariz se estrelló contra la parte interior del casco cuando me estrellé contra su espalda.

"Shh, alguien viene. Escóndete" siseó. De repente echó a correr, adentrándose en el bosque, dejándome ahí sola.

¿Mierda, que demonios? Me agaché y miré ansiosamente a los árboles mientras dos tipos pasaron de largo. Oh, Díos, en vez de estar aquí agachada debería de haber corrido detrás de él. Estaba harta de este juego!.

"Juro que he escuchado algo" dijo uno de los dos tipos, subiéndose el casco y mirando alrededor, con cautela.

"¡No escuchaste nada! .Vamos, no están ni siquiera cerca de aquí" descartó el otro.

Aguanté la respiración mientras que pasaban por mi lado. No quería perder mi última vida, porque sino tendría que regresar a la cabaña y tener que esperar otra hora hasta que terminase. Resultaría muy aburrido, ya que seguramente sería la única que estaría fuera del juego.

Pasados un par de minutos, me volví a levantar. Nada me disparó, por lo tanto me dirigí, para encontrar a Nico, por donde se marcho corriendo y decirle que estábamos a salvo. Después de buscarlo durante un par de minutos, no le pude encontrar.

"¡Nico! " susurré gritando, mirando con cautela a mi alrededor mientras que me quitaba el casco para poder ver mejor.

Lo busqué durante diez minutos pero de hecho no encontré a nadie. ¡Maldita sea, estúpidas pelotas de pintura! Por qué la gente no podía haber votado por la otra maldita opción, seguramente que las otras dos opciones eran mejores que esta. ¡Jo! Incluso arrancarme las uñas con un alicate oxidado sería mejor que esto.

Gruñí, y decidí renunciar; de todas formas no sería capaz de continuar por mi misma. De repente de la nada alguien me agarro desde atrás y me arrastró detrás de un enorme árbol.


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Lean el siguiente......


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