sábado, 26 de octubre de 2013

Capitulo 37




Al llegar la hora del almuerzo, me sentía muy hambrienta. Me había saltado el desayuno esa mañana porque el proceso de ‘elección de la falda’ me había tomado unos minutos extra. Tomé una bandeja y me puse en la fila.

Mientras estaba allí de pie eligiendo un sándwich, alguien vino y se puso junto a mí, un poco demasiado cerca para mi comodidad. Fruncí el ceño y me moví ligeramente hacia delante para conseguir un poco de espacio extra, pero la persona se movió para adelante también, presionando su costado contra mí. Con el ceño fruncido miré alrededor, sólo para descubrir la apuesta cara de Pedro. Tragué saliva y me esforcé en ocultar mi ridícula felicidad.

"Hola, señorita Chaves, ¿cómo estás hoy? " me preguntó sonriendo, probablemente porque sabía exactamente qué efecto provocaba en mis entrañas.

Me mordí el labio y vi que el señor Young estaba en la fila detrás de él.

"Estoy bien, gracias. ¿Cómo estás? "

De mala gana quité mis ojos de él y traté de elegir un sándwich, pero no podía estar quieta, de pie a su lado, el costado de su cuerpo presionando contra el mío.

"Estoy bien hoy. Esperando la noche, tengo algunos planes. ¿Tienes tú algo planeado para esta noche? " preguntó, ladeando la cabeza, fingiendo estar interesado mientras tomaba una botella de agua.

Me reí un poco incómoda.

"Eso depende de la cantidad de tareas que me asignen hoy. ¿Está usted pensando en darnos la lección completa hoy, señor Alfonso? " repliqué.

Elegí un sándwich al azar y me moví a lo largo de la fila, agarrando una bolsa de papas chips sin mirarlas. Se echó a reír y sacudió la cabeza para quitar el pelo de sus ojos, y yo traté de no mostrar ninguna reacción, a pesar de que ese pequeño movimiento hizo que mi corazón palpitara el doble.

"Si ustedes, chicos, terminan con todo en la clase, no debería ser demasiado malo", respondió él, agarrando su comida. Sonreí.

El señor Young comenzó a hablar con Pedro entonces, así que me escapé hacia la caja registradora para pagar. Estaba tomando un par de servilletas en la última mesa cuando Pedro se detuvo junto a mí otra vez. Gemí en voz baja. De hecho, me gustaría que se mantuviera lejos en las horas de clase, era una tortura ser capaz de hablar con él apropiadamente o simplemente tocarlo de alguna manera.

"Linda, ¿por qué compras un sándwich de ensalada de jamón? ", susurró, señalando con la cabeza hacia abajo a mi bandeja mientras tomaba algunas servilletas también. Fruncí el ceño y miré mi bandeja. ¿No lo había hecho, verdad? Leí la etiqueta y me estremecí, rechazándola instantáneamente.

Odiaba el jamón. Era su culpa por distraerme y hacerme sentir incómoda mientras yo estaba eligiendo. Se rió y puso su sándwich de queso en mi bandeja, tomando el mío de jamón en su lugar. Me guiñó un ojo y se fue antes de que yo pudiera abrir la boca para preguntarle qué estaba haciendo.

¡Por Dios, era tan dulce! Suspiré soñadoramente y lo vi esperar que el señor Young terminara de pagar su almuerzo antes de que los dos salieran de la cafetería. Me sentía como caminando por una nube cuando llegué a la mesa de almuerzo de mis amigos. Traté de concentrarme en lo que estaban diciendo, alguien estaba planeando una fiesta para dentro de un par de semanas, pero no pude pensar en otra cosa que en Pedro. Mi mente derivó hacia nuestro momento en el coche y apreté los muslos pensando en su boca en mi piel. Una docena de fantasías comenzaron a jugar en mi cabeza, las cosas que quería hacer con él o que él me hiciera. Poco más de siete meses, y entonces todo sería más fácil. Solo siete, yo podía hacerlo!

Sonó la campana y salté. Había comido solo la mitad de mi almuerzo porque había estado soñando despierta, así que tragué rápidamente el resto , siguiendo a mis amigos hasta los armarios para buscar los libros para el resto de la tarde.

Cuando llegó la hora de la clase de Pedro, yo estaba sonriendo como una idiota, lo mismo que de costumbre. Me reí a de cómo todas las chicas arreglaban su cabello, volvían a aplicarse maquillaje y se desabrochaban un poco las camisas antes de dirigirse a su salón de clases. Todavía había algunos rumores sobre él y la señorita Teller, pero otro rumor que había estado circulando recientemente era que Pedro era gay. Algunas de las animadoras lo habían comenzado cuando él ni se inmutó cuando estaban coqueteando con él en sus uniformes de porristas. No estaba segura si Pedro sabía o no de este rumor, supuse que no, porque no me había dicho nunca nada al respecto y yo de ninguna manera iba a lanzarle una bomba como esa.
Los rumores no impedían que las chicas coquetearan con él, sin embargo.

Algunos de sus intentos fueron lamentables. Casi sentía lástima por ellas cuando él solo se encogía de hombros o las ignoraba. No me sentía celosa. Pensé que lo estaría, viéndolas coquetear con mi novio, pero, por alguna razón, sabía que no tenía por qué sentir celos de ellas. Yo era a quien él quería, podría haber elegido a cualquier chica pero me había elegido a mí, así que no tenía por qué preocuparme porque una zorra tratara de hablar con él.

Cuando entré en el salón de clases, las luces estaban ya muy bajas y había un proyector colocado al frente. Fruncí el ceño y me senté al lado de Amy. Cuando me agaché para sacar algo de mi bolso, alguien chocó contra el respaldo de mi silla, haciendo que mi pecho golpeara el borde de la mesa y dejándome sin respiración.

Me volví molesta hacia la otra persona, sólo para ver a Erika Dennison y un par de chicas sonriendo cuando empujó de nuevo mi silla mientras se movía a lo largo de la fila detrás de mí. ¡Uf, qué bruja maldita!

"Oooops, qué mal", ronroneó Erika sarcásticamente.

No dije nada al respecto, sólo desvié la mirada. No necesitaba tener problemas con ella. Erika había tomado una instantánea aversión a Amy cuando recién comenzamos la escuela, y como nosotros éramos amigas, obviamente yo no le gustaba demasiado. Hizo que nuestro primer año de escuela fuera una miseria. A medida que fuimos creciendo, ella se volvió más y más bonita, y su buena apariencia aumentaba a la par de su maldad.

La odiaba con pasión, pero ella parecía estar fuera de nuestro camino este año, principalmente porque Amy y yo ignorábamos sus intentos diarios de molestarnos. De ninguna manera me iba a poner a mí misma en su radar nuevamente.

Encontré la mirada de Amy, y ella dijo silenciosamente ‘perra’, señalando con la cabeza, discretamente, en dirección de Erika. Yo sólo asentí con la cabeza y puse los ojos en blanco.

"Ahora, chicos y chicas, vamos a echar una mirada al desarrollo de la Serie Infinita y la historia de la teoría. Tendremos una breve visión global con el proyector, porque he encontrado estas diapositivas increíbles escondidas detrás del bloque de matemáticas, y todas ellas son imperdibles! " dijo pedro alegremente mientras se frotaba las manos emocionado.

Resistí el impulso de toser y llamarlo friki por lo bajo, y me limité a sonreír y sacar mis notas. ¿Cómo podía un tipo tan increíble sonar tan excitado por unos números? Eso no debía ser correcto. Tal vez debería estar un poco preocupada, me había enamorado de un empollón de las matemáticas. Me reí un poco en voz baja, y él mi miró levantado una ceja.

"¿Todo bien, señorita Chaves? " me preguntó.

Asentí con la cabeza rápidamente. "Absolutamente, esperando con ansias aprender acerca de la serie infiel", respondí.

Se echó a reír sacudiendo la cabeza.

"La serie infinita, no infiel".

Me reí también. "Oh. Voy a callarme y dejar que continúe con la clase", declaré, sonriéndole.

Él asintió con la cabeza, sonriendo hacia mí. "Creo que sería lo mejor".

Me reí en voz baja y tomé la notebook mientras él encendía el proyector, con el aspecto de un niño en una tienda de caramelos. No comenzó demasiado mal, aprendimos de un tipo en la India, en el siglo XIV quien por primera vez formuló la teoría. Pero cuanto más avanzaba, más pérdida me sentía. Tan pronto cifras y símbolos comenzaron a aparecer en la pantalla, mi cerebro parecía simplemente negarse a entender. No tenía nada que ver con la manera en que enseñaba Pedro en absoluto, era sobre mí y mi incapacidad para entender los temas de matemáticas. Simplemente no tenía el hemisferio derecho para este tipo de cosas, lo mismo que para la ciencia. Yo era más el tipo de chica de Idiomas y Arte. No me molestaba no entender este tipo de cosas, siempre y cuando me graduara y después nunca miraría una ecuación de nuevo. Bueno, a menos que Pedro las indicara o algo para sus clases mientras yo estuviera con él. Tan pronto como pensé eso, mi cerebro derivó hacia nosotros los años venideros…él corrigiendo los trabajos de sus estudiantes mientras yo andaba alrededor observándolo.

Suspiré soñadoramente y me di cuenta que el proyector estaba apagado y él hablaba de nuevo. Tragué saliva y traté de concentrarme en sus palabras, en lugar de la forma en que movía las manos cuando hablaba o cómo se veía su trasero en los pantalones vaqueros cuando estaba escribiendo en la pizarra. Hmmm, tal vez era su culpa que yo tuviera un problema con su clase. Claramente no podía concentrarme con él a mi lado.
Nos puso un trabajo para que lo comenzáramos, y lo que no hubiéramos hecho lo terminaríamos como tarea. Fruncí el ceño y atraje el libro de texto hacia mí, tratando de leer más, pero fracasando miserablemente. Estaba bastante segura de haber leído el mismo párrafo cuatro veces, y todavía se veía como si hubiera sido escrito en un idioma extranjero.
Pedro se detuvo junto a mí, poniendo su mano en la mesa, junto a la mía, la punta de sus dedos tocando los míos.

"¿Todo bien? Puedo explicarlo de nuevo", ofreció en voz baja.

Negué con la cabeza. "Está bien. Lo leeré más tarde, y si tengo algún problema lo haré saber", respondí ruborizada, en realidad no quería esa atención especial delante de los demás.

"Bien, sabes que estoy siempre aquí para usted, señorita Chaves".

Me sonrió, dándole un doble significado. Sonreí y asentí con la cabeza, sin atreverme a mirarlo a los ojos porque sabía que me iba a sonrojar. Por suerte alguien le solicitó ayuda, así que no hice de mí misma una tonta, para variar.

Cuando sonó la campana todo el mundo se levantó, guardando sus libros. Ya había metido el mío en el bolso, a punto de seguir a Amy, cuando Pedro me llamó.

"Señorita Chaves, cree que podría tener unas palabras con usted? "

Amy me sonrió. "Te espero en las taquillas", sugirió.

"De acuerdo, gracias". Le sonreí con gratitud.

Pedro generalmente no me detenía después de clase, por lo que era probable que quisiera hablar de la noche. De repente empezó a preocuparme que fuera a cancelar o algo. No lo había visto apropiadamente desde el lunes, así que realmente esperaba que no lo hiciera.

Amy se fue y cerró la puerta detrás de ella, así que me volví hacia Pedro que estaba ordenando papeles.

"¿Qué pasa? ", le pregunte, dirigiéndome hacia él, encaramándome en el borde de su escritorio y cruzando los tobillos.

Suspiró, dando un paso hacia mí. "Maldita sea, esas piernas han estado rondando mi mente todo el día", murmuró, pasando una mano por encima de mi cadera hasta llegar a la parte inferior de la falda, sus dedos cosquilleando sobre la piel justo por encima de mi rodilla. Tragué saliva y aferré su camisa, acercándolo aún más a mí.

"Bien, pensamientos de tu boca sobre mis piernas han estado rondando mi mente todo el día", contesté, mi voz apenas más alta que un susurro porque estaba emocionada por su contacto.

Sonrió y se apretó contra mí, su cara a pulgadas de la mía.

"Eres muy sexy para las palabras, ricura", gimió.
Sus ojos recorrieron mis labios por una fracción de segundo, haciéndome jadear mientras todo mi cuerpo se volvía piel de gallina. Sonrió y tomó mi cara con una de sus manos, rozando mi nariz con la suya.

¿Pero qué diablos le pasaba hoy? En primer lugar en el coche, ¿y ahora estaba haciendo esto en la escuela? Me había besado un par de veces en la escuela, pero excepto unas pocas indiscreciones, nos habíamos esforzado por mantener nuestra relación fuera de los terrenos de la escuela.

"Mi mamá me llamó luego del almuerzo", susurró mientras mordisqueaba ligeramente mis labios. ¿Su mamá? Genial, definitivamente estaba cancelando lo de esta noche, a juzgar por el comienzo de la conversación. Su mamá probablemente le pediría que hiciera algo por ella, o algo por el estilo.

Fruncí el ceño y apreté los labios a la vez, por lo que su mano se trasladó a mi nuca, sus dedos enredándose en mi pelo. Se retiró después de unos segundos y llevó su frente junto a la mía, y yo nada más esperaba que me arrebatara esta noche y me dijera que terminaría por verme el sábado en su lugar.

"Ella está planeando una cena sorpresa para mi papá el sábado por la noche. Es su aniversario, y quiere una cena en familia", murmuró, besándome otra vez.

Asentí, sin romper el beso. Así que me estaba dejando fuera el sábado, en vez de esta noche. Agarré los lados de su camisa, presionando mi cuerpo contra el suyo. Se apartó para dejarnos respirar, yo sonreí.

"Está bien, pero aún así te veré el domingo, ¿no? No vas a cancelar los dos días, ¿verdad? ", le pregunté, tratando de no poner mala cara porque me faltaría un día de su compañía. Hmm, tal vez debiera cancelar con Jaxon mañana, así podríamos pasar el rato en su lugar.

Él se rio en voz baja. "No me dejaste terminar", bromeó, besando la punta de mi nariz. "Mamá quiere que tú vayas también".

Tragué saliva. De repente me sentí entusiasmada y aterrada a la vez. Le había dicho a sus padres todo; que era su alumna, que estábamos saliendo. Al parecer, les había dicho todo cuando primero rompimos, porque seguían preguntando por mí todo el tiempo. No parecía importarles en lo más mínimo, según Pedro, sino que sólo les gustaba verlo feliz. Yo sólo los había visto una vez, en la boda de su hermana, y me habían parecido realmente agradables. Tenían que ser grandes personas si tenían dos chicos tan increíbles como Pedro y Jaxon.

Por lo que había oído hablar de Luciana, ella era agradable también, pero sólo había hablado con ella durante unos minutos el día de su boda, así que realmente no sabía mucho de ella después de todo.

Miré a Pedro un poco insegura de qué decir. Me parecía un poco extraño ser llevada a su casa a conocer a su familia cuando no tenía ninguna posibilidad de hacer lo mismo con él, al menos por algunos meses.

"¿En serio? ", murmuré.

El sonrió para tranquilizarme. "Ella va a reservar en algún restaurante un poco fuera de la ciudad para que nadie nos vea juntos. Será solo nosotros, mi padres, mi hermana y su marido y Jaxon. Vas a estar bien. Si quieres, tomaré tu mano toda la noche para darte apoyo moral", me ofreció, levantando una ceja, pareciendo tan excitante que me dejó sin aliento.

"Sería un poco raro cuando quiera cortar mi comida", bromeé, haciéndole reír. "Pedro, ¿realmente ellos me quieren allí? "

Él sonrió y me besó de nuevo suavemente. "Por supuesto que sí, linda. Eres mi chica. Vamos en el mismo paquete ahora tú y yo".

Sus ojos estaban fijos en los míos, y me di cuenta de cuánto significaba para él esa cena familiar. Deseché todos mis nervios y asentí con la cabeza, mordiéndome el labio.

"Está bien, claro que me encantaría encontrarme con tu familia de nuevo", le dije, tratando de no mostrar cuán atemorizante me resultaba. No era sólo que me daba miedo conocer a su familia, sino que era un poco raro. Sabían que era menor de edad y su alumna, y sin embargo todavía querían que saliera con ellos para la cena de aniversario.

Me sonrió felizmente antes de besarme de nuevo. Envolví mis brazos alrededor de su cuello y no lo dejé apartarse esta vez. Cuando su lengua rozó mi labio inferior, ansiosamente le di acceso y presioné todo mi cuerpo estrechamente contra él. Gimió con el fondo de su garganta, y antes de que supiera lo que sucedía, me empujó contra la pared, con las manos corriendo por mi cuerpo mientras me besaba desesperadamente.

Todo mi cuerpo se sentía como si me hubiera muerto e ido al cielo, mientras él subía mi falda ligeramente, masajeando con las manos mis muslos desnudos. Di un grito ahogado y besó mi cuello, mordiendo suavemente la piel antes de regresar a mi boca. El beso fue tan ardiente que mis rodillas se sentían débiles. Me apretó contra la pared más fuerte mientras levantaba mis pies del suelo, guiando mis piernas alrededor de su cintura y me besaba como si pudiera devorar mi alma.

No me había besado así durante mucho tiempo. Parecía que había perdido por completo toda su moderación. Este era el tipo de cosas que él no permitía en absoluto que pasara, no obstante lo mucho que le rogase. Mi corazón estaba latiendo como loco, y una pequeña parte de mí sabía que debíamos detenernos. Él se arrepentiría de esto si lo dejaba seguir adelante… pero no podía hallar las palabras para detenerlo. Necesitaba esto, ambos lo necesitábamos, de otra manera acabaríamos enloqueciendo.

Enterré mis manos en su pelo y quité mi boca de la suya para poder respirar, pero sus labios no dejaron mi piel, viajaron por mi cuello dejando una estela ardiente a su paso. Gemí su nombre y nos apartamos de la pared, volviendo a su escritorio de nuevo. Me puso por encima de los papeles que estaba corrigiendo antes. Me sujeté a él con fuerza mientras se echaba ligeramente hacia atrás. Abrió la boca para hablar y sentí que mi corazón se hundía. Había recuperado la compostura de nuevo y me iba a decir que teníamos que parar.

Sus ojos estaban tan emocionados que contuve la respiración. Podía sentir su cuerpo apretado contra el mío, y sabía que físicamente él no quería parar, podía sentir la evidencia de ello.

"Te amo, Pau ", susurró, besándome de nuevo.

Sus manos recorrían mi cuerpo otra vez, una deslizándose bajo mi camisa, la otra agarrando mi trasero mientras presionaba su entrepierna contra la mía.

Espera, ¿no se detiene? Sentí crecer la felicidad de que sus manos estuvieran por fin en mí después de cinco largas semanas de jugar a la indiferencia . Mis dedos temblaban cuando comencé con los botones de su camisa, empujándola fuera de sus hombros mientras le besaba el pecho.

De repente oí un grito.

"¡Oh, Dios mío! " gimió una voz de chica.

Tragué saliva, y Pedro y yo nos volvimos para ver a Erika Dennison de pie en la puerta, su boca abierta en estado de shock, mirándonos atacarnos uno al otro sobre el escritorio como una pareja de animales.


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Que capitulito eh! jajaja!
Espero que les haya gustado!
Gracias por leer! ♥


6 comentarios:

  1. Ahhhhh, qué sea un sueñooo! Q no sea la realidad pq los echan a los dos!! Buenísimo el capítulo!!

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  2. NO!!!! QUE VA A PASAR AHORA?
    ME DEJASTE CON LA INTRIGA
    OJALA NO SEA NADA MALO

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  3. NOOOOOOOOOOOOOO justo la turra tenia q entrar!!! q no les arruine la felicidad x fa!

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  4. nooo!!! subí más,esta buenísima la nove!!!

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  5. Decime que no les va a pasar nada x favorrrrrrrrr!!!! Que lo nieguen todo adelante de las autoridades, es la palabra de Erika contra la de ellos. X favorrrrrrrrrr!!!!!!!!!!!!!

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  6. Jajajaja quiero saber ya q pasoooo!!! Subi otro yaaaaaa!!!!

    @jesica_tkd

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