“Eh,” dije, sentándome en la banqueta justo al lado de mi padre, esperando que ellos no preguntaran por que estaba tan entusiasmada.
“Te divertiste jugando Paintball?. Estaba esperando una furiosa llamada de Amy diciéndome que necesitaba ir y buscarlas a ustedes dos en el hospital o algo parecido”, bromeaba mi padre, chocando su hombro con el mío.
Me reí y agite mi cabeza.
“Sorprendentemente pude pasar toda la tarde ilesa. Quizás mi suerte está cambiando?”
Sugerí.
Definitivamente mi suerte parecía sentirse como si estuviese cambiando alrededor mí. Tenía el chico de mis sueños, que estaba enamorado de mi, buenos amigos, padres excelentes y el próximo fin de semana iba a ver a Chris Brown en concierto. Qué más puede pedir una chica de diecisiete años?
My madre sonreía alegre. “Siempre vas hacer torpe, Paula, naciste así y morirás así” contestó ella, sacando su lengua hacia mí.
Reí y asentí aceptando lo que decía. Miré hacia ella, que estaba cortando unas patatas y de repente me di cuenta que ella estaba cocinando para mí también.
“Mami, voy a cenar fuera esta noche, está bien?”
Pregunté, rogando que dijera si. Mis padres son muy buenas personas y llevaderos la mayor parte del tiempo; esperando que esta no fuera la excepción a la regla.
Ella se encogió de hombros.
“Claro. Amy y tu irán algún lugar agradable?’’ Preguntó mi madre.
Ok, no quisiera tener que mentir pero no puedo decirles la verdad. Oh, qué tengo que decirles sobre eso?
“Eh…no estoy segura”.
Hice una mueca, esperando que mi contestación fuera aceptable. Aparentemente lo fue ya que ella sonrió y continúo cortando.
Unos minutos después, mi teléfono comenzó a sonar dentro de mi cartera. Lo saque con entusiasmo, conociendo que sería Pedro. Brinque de mi silla mientras contestaba, no queriendo estar cerca de mis padres en caso de que mi rostro delatara que estaba teniendo una relación ilegal con mi maestro.
“Hola”, contesté. Me mordí mi labio cuando me di cuenta de lo alegre y entusiasmada que sonaba mi voz.
Lo alejaría de mi por ser tan insistente? Él daría un vistazo a mi sonrojado rostro y me vería como una colegiala muy entusiasmada?
“Hola guapa. Estoy afuera, debo de ir y tocar en la puerta por ti ó….” El se fue apagando y sentí que mi corazón comenzaba a latir erráticamente al sonido de su voz.
De repente, me di cuenta de lo que había dicho. El quería tocar a la puerta? Oh mi Dios, mi padre literalmente lo mataría!
“No lo hagas, ahora mismo estaré afuera”, dije rápidamente.
Mis ojos estaban fijos en la parte posterior de la cabeza de mi padre en caso de que decidiera en el momento justo, ir afuera y ver a Pedro sentando en su auto esperando por mí. Terminé la llamada y me dirigí a la encimera donde había dejado mi cartera; coloque mi celular dentro de la cartera y besé a mi padre en la mejilla.
“Los veré más tarde”
“Paula, en casa antes de las 22:30” dijo mi padre severamente.
Le di una de mis mejores caras de cachorrito; deseaba el mayor tiempo posible con Pedro esta noche. Estaba considerando la idea de decirles que pasaría la noche en casa de Amy para poderme quedar con Pedro pero no podía decir exactamente esas cosas a mis padres. mis padres preferían que les notificara con antelación aunque eran menos propensos de armar un escándalo si les notificaba antes de salir de la casa.
“Mmm, no puede ser mas tarde? 11:30, por favor?” Roge, haciendo pucheros hacia él.“Mañana no hay escuela”, añadí.
El suspiró y aceptó, lo bese nuevamente en la mejilla antes de saltar hacia la puerta.
“Ustedes son los mejores, los veré luego!” dije mirando sobre mi hombro.
Tan pronto como abrí la puerta delantera, la felicidad se apoderó de mí. Solo ver allí estacionado el coche plateado de Pedro hacia que sintiera mi piel estallar en llamas y mi cuerpo completo comenzó a sentir un hormigueo por el entusiasmo. Él me miraba caminar por el sendero, sus ojos un poco abiertos examinaban todo mi cuerpo. Yo, sonreía con satisfacción. Definitivamente a alguien le siguen gustando estos vaqueros!.
Deslizándome en el asiento del pasajero de su auto, sonreí. Él todavía recorría mi cuerpo con sus ojos lujuriosamente. Mi corazón latía tan alto que me sorprendía que él no pudiera escucharlo. Él todavía vestía la ropa de esta mañana, pero siempre se ve mucho más sexy fuera de la escuela.
“Hola” susurré, conociendo que mi voz no podría salir adecuadamente si trataba de hablar.
Finalmente sus ojos dejaron mi cuerpo y se encontraron con los míos.
“Hola” susurró de vuelta, sonriéndome.
Su expresión parecía igual a la mía, alegría, nerviosismo y un poco de conmoción. Él se inclinó hacia el asiento trasero, yo fruncí el ceño preguntándome que estaba haciendo hasta que su brazo volvió hacia el frente, sujetando un ramo de tulipanes rojos.
“Te compré esto”.
Tan dulce. Maldito! Había olvidado lo adorable que era, cuan atento es él como novio, como el siempre me consentía y al parecer recuerda cada pequeño detalle que le he mencionado.
“Oh pedro, son preciosas. Gracias”. Murmuré, luchando con una ola de lágrimas de felicidad porque esto era real y él realmente me quería y por fin había terminado el dolor de las últimas seis semanas. Para bien.
“De nada, linda”. Sonrió alegremente y mi corazón se derrite cuando él me llamaba linda.
Él se estaba acercando a mí, sus deliciosos labios estaban peligrosamente cerca de los mios y casi no podía respirar. Aquí es donde me despierto por la alarma de mi reloj y me doy cuenta de que me quedé dormida y estoy tarde para ir a la escuela….
Pero no estaba soñando.
Sus labios presionaron los míos e hice un pequeño chillido de entusiasmo mientras mis manos sujetaban la parte posterior de su cabello, no dejándolo escapar de mi. Lo deseaba tanto, no era deseo, era necesidad. Lo necesitaba. Bebí ávidamente de él, besándolo tan ferozmente como él a mí, sintiendo pequeñas chispas de electricidad que parecían correr por mi cuerpo cada vez que él se acercaba a mí. Me acerque más a él, aplastando mi pecho contra el suyo mientras lo besaba apasionadamente, demostrándole todo lo que sentía por él.
Muy pronto él se retiró. Luché para recuperar el aliento, pero necesitaba más. Le puse mala cara para dejarle saber que yo no había terminado. Él sonrió, mordiéndome los labios rápidamente antes de acomodarse en el asiento y encender el auto.
Suspiré alegremente y me senté nuevamente en mi asiento, tratando de calmar mi cuerpo antes de que literalmente estallara en llamas,no deseaba arruinarle sus asientos de piel. Me coloque el cinturón de seguridad mientras él salía de mi casa.
“Y que deseas hacer? Si quieres ir a cenar o algo debemos salir un poco de la ciudad para que nadie nos vea”, sugirió él, con el ceño fruncido.
Me encogí de hombros, me tenía sin cuidado lo que hiciéramos, siempre que pudiera estar unas horas con él. Felizmente palearía estiércol siempre y cuando lo estuviera haciendo con él.
“Lo que quieras” susurré, deslizando mis dedos sobre la superficie encerada de uno de los tulipanes, maravillándome de su belleza. Pedro, confiado, en comprarme mis flores favoritas.
“Bueno, necesitamos hablar, entonces que piensas si vamos a mi apartamento y pedimos comida para llevar?”.
Oh sí, yo quiero ir a su apartamento! Me encanta su apartamento, y sobre todo, una visita a su cuarto haría mi noche también.
“Comida China?”. Sugerí, tratando de que mis pensamientos indecentes no se dejaran ver en mi rostro.
“Suena bien”.
Él sujetó mi mano mientras conducía a su apartamento y no pude evitar mirarlo de vez en cuando. Él era tan guapo que hacía que mi corazón latiera más rápido. Mi cuerpo estuvo nervioso todo el viaje en el auto, mis manos sudaban, y mi estomago revoloteaba de entusiasmo.
Sujete firme su mano, por miedo a dejarlo ir si cambiaba de opinión o algo y después de todo no quisiera estar conmigo. Eso me destrozaría. Fue duro cuando rompimos la última vez.
Sonreí y reí calladamente para mi mientras pensaba sobre él diciéndome que me amaba; saliendo de su boca las palabras más bellas que había oído.
“Que?” él preguntó, mirándome por el rabillo del ojo mientras se estacionaba en uno de los lugares para su apartamento.
Me encogí de hombros.
“Solo pensaba”.
Él sonrió y besó mi mano antes de soltarla y salir del auto y dirigirse hacia mi lado. Salí antes de que él abriera la puerta por mí, conociendo que no le gustaba; él le gustaba comportarse como un caballero y hacer esos pequeños detalles como abrir las puertas cuando estábamos saliendo.
Él suspiró y me miró intencionalmente mientras me ponía su brazo alrededor de mi cintura, tirando hacia él.
“Nuevamente debemos tener la conversación de cómo dejaras comportarme como un verdadero novio?” susurró, inclinándose y poniendo un suave beso en mi frente.
Mi corazón se detuvo y luego aceleró cuando él mencionó la palabra novio y yo no pude evitar el pequeño chillido que salió de mi boca mientras agarraba su camisa y tiraba de él para acercarlo lo más posible.
“Es eso lo que tú eres?” bromee.
Él sonrió.
“A menos que prefieras que me comporte como tu maestro” indicó, encogiéndose de hombros, dando un paso hacia atrás, entrecerrando los ojos hacia mí en tono de broma.
“Usted piensa que me puede enseñar algunas cosas en su apartamento?” coqueteé, mordiéndome mi labio y tratando de verme sexy pero mi sonrojo probablemente arruinó la situación.
“Claro, ¿trajo su libro?” él contestó, sonriendo pero pareciendo estar un poco incomodo al mismo tiempo.
“Maldición, se me olvidó traerlo. Al parecer tendrá que ser una clase práctica” ronroneé sugestivamente, viéndole tragar; con sus ojos más amplios que antes, estrelló sus labios contra los míos, terminando mis patéticos intentos de seducción.
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Capitulo 33..! espero que les guste!
Gracias por leer! ♥
Al fin x Diosssssssssss!!!!!!!!!!!!!!! No veo la hora lo que va a ser el cap 34 jaja. Buenñisimo este cap!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarbuenísimo!!! seguí subiendo...
ResponderEliminaraiiii que bueno que esen juntos otra vez!! yayayaya quiero saber como sigue!!!
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